Hasta un total de doce personas con discapacidad intelectual o enfermedad mental podrán hacer prácticas cada año en la Casa de las Ciencias y en La Gota de Leche, en periodos de ocho semanas, que darán comienzo a partir de mediados de marzo o comienzos de abril.

Así figura en el convenio que, este viernes, ha firmado la alcaldesa de Logroño, Cuca Gamarra, con representantes de la Fundación Konecta -que tiene asignada la asistencia técnica del programa "Juntos somos capaces" de la Fundación Mapfre, que da soporte a esta iniciativa- y de las entidades Arsido, Asprodema, Inter Europa y Arfes.

Los objetivos que se persiguen se dirigen, como ha declarado la alcaldesa, en dos sentidos, "por una parte, al fomento de la empleabilidad del colectivo de personas con discapacidad o enfermedad intelectual y, por otra, al fin general que el Ayuntamiento tiene marcado desde hace tiempo como una de las líneas prioritarias de actuación que es hacer de Logroño una ciudad cada vez más inclusiva".

Las prácticas serán realizada por usuarios de las entidades Arsido, Asprem, Inter Europa y Arfes, que serán las encargadas de proveer el apoyo de un preparador laboral cuya función es facilitar a la persona con discapacidad la adecuada asunción de las tareas que les sean encomendadas.

Igualmente, darán respaldo en el desarrollo de sus habilidades sociolaborales necesarias para el mantenimiento de su actividad. Además, proporcionarán el apoyo psicológico necesario para afrontar y desarrollar con éxito estas prácticas.

Las prácticas tendrán una duración de ocho semanas. Durante los meses de febrero y marzo las entidades analizarán las tareas o funciones que desempeñarán en el Ayuntamiento. A partir del mes de marzo o abril será cuando se programen las prácticas que van a realizar y el cronograma, actividades vinculadas a la formación que el alumno ha recibido sobre habilidades sociales y laborales.

En principio se plantea que una persona se incorpore por el tiempo citado a la Casa de las Ciencias y otra a la Gota de Leche; posteriormente podrán hacer prácticas otras personas del colectivo de discapacitados psíquicos y enfermos mentales en periodos iguales, "de modo que hasta doce personas podrán realizar estos trabajos cada año".

"A través de este tipo de programas, el reto que nos ponemos por delante es trasladar los criterios de la inclusión de manera transversal en la administración, que tengan identidad propia en la dinámica municipal con el objetivo de mejorar la vida a las personas de discapacidad", ha manifestado la alcaldesa.

El director territorial de Mapfre en Navarra y La Rioja, Jesús Garrido, ha subrayado "la capacidad de empleo" de las personas con discapacidad intelectual o con enfermedad mental, con un programa que llevan desarrollando en España desde 2010, con más de 1.900 personas insertadas y más de 2.000 empresas adheridas en todo el país.

En el caso de La Rioja, la firma se plasmó en el año 2013, y, desde entonces, según los datos de Garrido, el programa ha beneficiado a 17 personas y hay adheridas cerca de medio centenar de empresas. "Todas las firmas que siguen el programa muestran su gratitud porque estas personas cambian hasta la forma de producir con su actitud y su forma de ser", ha dicho.

Para la director de Arfes, Mariví Ercilla, "el empleo es un factor clave para estas personas con enfermedad mental, porque, además de contribuir a que adquieran destrezas laborales, también es el mejor escaparate para que este colectivo muestre su capacidad y habilidades frente a muchas etiquetas".

Desde Asprem, su gerente José Angel García Mera ha recordado la "importancia de contar con empresas normalizadas para que estas personas desarrollen su trabajo"; algo en lo que ha coincidido en representante de Inter Europa, para quien "además de la formación que se les da, son necesarias las empresas para tener más ejemplos de inclusión real".

Por último, el gerente de Arsido, Roberto Vitoria, ha apuntado "el impulso" que dan al empleo de estos colectivos iniciativas como la del convenio firmado este viernes, y ha resaltado que "desde el Parlamento regional y el Ayuntamiento ya se han dado cada vez más pasos hacia la normalización", empleando a personas con síndrome de down, "un ejemplo para otras empresas e instituciones".