Un experto señala que la geología permite prever dónde y cómo de grandes serán los terremotos aunque no cuándo

El científico titular el Instituto Geológico y Minero de España Miguel Ángel Rodríguez Pascua ha explicado este lunes, a raíz del terremoto de magnitud 6,3 en la escala de Richter con epicentro entre Melilla y Alhucemas, que actualmente la geología permite prever "dónde y cómo de grandes" serán los terremotos futuros pero no cuándo se producirán.

El científico titular el Instituto Geológico y Minero de España Miguel Ángel Rodríguez Pascua ha explicado este lunes, a raíz del terremoto de magnitud 6,3 en la escala de Richter con epicentro entre Melilla y Alhucemas, que actualmente la geología permite prever "dónde y cómo de grandes" serán los terremotos futuros pero no cuándo se producirán.

En declaraciones a Europa Press, Rodríguez Pascua ha recordado que el seísmo, que ha sido ampliamente sentido en Andalucía, entra dentro de la "normalidad" porque el sur de la Península Ibérica es "una zona de confluencia placas, que tiene una velocidad de acercamiento de unos cuatro o cinco milímetros al año, lo que hace que se acumulen esfuerzos que generan fallas importantes en la zona, que con su movimiento van acomodando la deformación producida por este acercamiento de placas".

El experto ha advertido de que a fecha de hoy las predicciones "son imposibles de hacer" porque "el número de variables es infinito" aunque algunos estudios sobre Paleosismología llevados a cabo desde los años 80 y con un aumento importante a partir del año 2005 empiezan a poder explicar qué magnitud y en qué puntos se producirán los sismos.

"No podemos decir cuándo", ha insistido Rodríguez Pascua, que ha explicado que "la estadística no funciona para fallas y terremotos" pero sí de qué magnitud y dónde. El experto ha detallado que en geología de terremotos hay diferentes técnicas que permiten conocer información oculta a la vista o a los registros históricos, como si una falla es activa o no y cuáles han sido sus últimos terremotos aunque se hayan producido hace 4.000 años y no haya registro de los mismos.

En esa línea, ha detallado que cuando la magnitud de un sismo es superior a seis, dependiendo del espesor de la corteza, en el terreno se empieza a ver la ruptura, que presenta incluso un escalón. A esa constatación se le aplican diferentes modelos y se puede calcular la energía sísmica que generó y generará la falla en el futuro.

Rodríguez Pascua, que ha apuntado a la conveniencia de que Administración ponga en marcha un plan, como lo hay en cartografía, para poder estudiar este tipo de fallas de forma continuada y reglada y que su investigación no dependa únicamente de la disponibilidad de recursos en el momento puntual de solicitar financiación para el proyecto, ha adelantado que la geología actualmente también trabaja en el desarrollo de escenarios sísmicos para conocer qué ocurre después del terremoto.

"Es tan importante saber cómo se produce y cómo de grande es el terremoto que lo que pasa después del movimiento sísmico, los deslizamientos de terreno, los fenómenos de licuefacción, si hay grietas en el sustrato, etc.", ha señalado. "Por ejemplo, un deslizamiento que obture un valle puede generar un represamiento en un río y dejar sin agua de refrigeración a una central nuclear, que sin embargo, si hubiese aguantado bien el terremoto por estar bien diseñada para aguantar una onda sísmica de esas características. Como ocurrió en Fukushima, pero con un tsunami en este último caso", ha concluido.

Mostrar comentarios

Códigos Descuento