Cómo poner a raya la ansiedad que producen los exámenes

  • Más de la mitad de los universitarios españoles presentan este problema.
  • Contra la ansiedad es clave planificarse, relajarse y controlar los pensamientos.
  • También es básico tener hábitos saludables de sueño, alimentación y ocio.
Personas estudiando.
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FORBES
Personas estudiando.

La ansiedad ante los exámenes constituye un grave problema, no sólo por el elevado porcentaje de estudiantes que la padecen, sino también porque ejerce un efecto muy negativo sobre el rendimiento. Como explica la directora del Gabinete de Orientación Educativa de la Universidad Francisco de Vitoria (Madrid), Lucía Olivera, “la ansiedad ante los exámenes es la causante de que muchos alumnos suficientemente preparados, suspendan los exámenes”.

Así, “estudiantes que se han preparado concienzudamente para un examen, obtienen malos resultados porque se han “quedado en blanco”, se han “bloqueado”, o no han dormido nada la noche antes, se han tomado cuatro cafés y no lograban concentrarse en el examen”, añade la psicóloga. Según un estudio con 30.000 alumnos, más de la mitad de los estudiantes universitarios españoles presentan este problema.

Estos alumnos presentan, en proximidad o durante los exámenes, un cuadro caracterizado por: síntomas cognitivos (una preocupación excesiva por el examen y sus consecuencias en forma de pensamientos negativos difíciles de controlar, sobre la propia competencia y preparación, y sobre las consecuencias futuras de un posible suspenso), síntomas fisiológicos (ritmo cardiaco acelerado, dificultad para respirar o sensación ahogo, sudoración excesiva, manos frías, sequedad de boca, mareo, nauseas, dolor de tripa, diarrea, etc.) y síntomas motores (tartamudeo, temblores, rigidez, hiperactividad motora, evitación de los exámenes, etc.).

Lucía Olivera propone algunas claves para dar carpetazo a la ansiedad ante los exámenes.

Sentir ansiedad es normal: no la evites

La ansiedad es una respuesta natural y adaptativa del organismo ante situaciones que suponen una amenaza, pues da lugar a una activación del organismo necesaria para afrontar con éxito dichas situaciones. Por ello, es inútil pretender no sentir cierta ansiedad ante los exámenes. El verdadero problema aparece cuando evitamos las situaciones que nos producen ansiedad. Se genera un bucle del que nos resultará muy difícil salir.

Ten hábitos saludables de sueño, alimentación y ocio

  • Sueño: dormir poco y mal es determinante en la ansiedad ante los exámenes ya que desestabiliza nuestro estado físico y mental. Es fundamental no alterar el ritmo de sueño en época de exámenes, dormir entre 7 y 8 horas, no modificar las horas de acostarse y levantarse (horario regular), no echarse siestas de más de media hora, y no abusar de sustancias excitantes y/o tranquilizantes.
  • Alimentación: si no proporcionamos al cuerpo los nutrientes y la energía que necesita para realizar sus funciones, no podrá responder bien a las demandas del día a día. En periodo de exámenes es importante comer 5 veces al día (menos cantidad pero más a menudo).
  • Ocio: no se puede rendir bien estudiando siempre. Muchas horas de estudio no es igual a mejores resultados. Y muchas horas de estudio no es igual a estudio eficaz. Por otro lado, si no aprendemos a descansar y a relajarnos, somos presa fácil de la ansiedad. Necesitamos intercalar el trabajo (clases, estudio, tareas…) con actividades de ocio que nos permitan descargar tensiones.

Planifícate

Muy a menudo la ansiedad antes y durante el examen se debe a una incorrecta planificación del estudio: empezar a estudiar demasiado tarde, muchos contenidos en muy poco tiempo, sin prever tiempos de repaso, sin tiempo para emplear las técnicas adecuadas… Esto lleva a que los contenidos no se aprendan correctamente y no se consoliden bien en la memoria, lo cual genera muchas interferencias e inseguridad a la hora de recuperar la información durante el examen.

Relájate

Fundamental: aprender a relajarse. Diversas técnicas muy sencillas pueden ayudarnos a disminuir la activación fisiológica cuando ésta aumenta demasiado impidiéndonos rendir bien. El único requisito es que las practiquemos con constancia en casa hasta que las dominemos y podamos acudir a ellas siempre que lo necesitemos. Son sorprendentemente eficaces en el control de la ansiedad ante los exámenes, y podemos aplicarlas también a cualquier situación que nos genere ansiedad.

Controla tus pensamientos

No son los acontecimientos los que nos generan ansiedad, sino la interpretación que hacemos de ellos. Pensamientos negativos como: “me voy a quedar en blanco”, “nunca aprobaré esta asignatura”, “todos saben más que yo”, “esta carrera es demasiado difícil para mí”, “no valgo para la ingeniería”… son los que hacen que interpretemos erróneamente la situación, anticipemos acontecimientos o consecuencias que aún no han sucedido, empeoren los síntomas físicos y nos paralicemos. Es importante aprender a identificar estos pensamientos y a desmontarlos.

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