El viernes arrancará, tres meses después de lo previsto, el nuevo metro ligero a Pozuelo y a Boadilla, que dará servicio a más de 100.000 personas. El metro oeste, un híbrido entre el tranvía y el autobús, circulará a un máximo de 70 kilómetros hora y constará de dos líneas.

Ambos tramos partirán de la estación de Colonia Jardín, que conectará a su vez con la Línea 10 del suburbano. La de Pozuelo (ML2), con 13 estaciones, parará en Prado del Rey y el campus de Somosaguas, pasando por distintos puntos de Pozuelo hasta acabar de nuevo en Madrid capital, en la estación de Aravaca, la única de toda la red con conexión a Cercanías.

Por su parte, la de Boadilla del Monte (ML3) tendrá 16 estaciones, como Ciudad de la Imagen, Ciudad del Cine o Montepríncipe, transcurriendo por distintos puntos de Pozuelo y Boadilla hasta acabar en la última parada: Puerta de Boadilla.

Pasará cada 7,5 minutos

La frecuencia de los trenes será ahora de 7,5 minutos en hora punta, aunque en septiembre bajará a seis. Para acceder desde la red del metro convencional habrá que picar dos veces. La mejor opción será comprar el billete combinado (1,75 euros). La otra es comprar dos billetes, uno para la red convencional y otro para el tranvía, a un euro cada uno.

La obra ha sido polémica, ya que, como adelantó 20 minutos el 11 de mayo, los vecinos estaban inquietos ante la poca seguridad en los cruces, una de las causas del retraso de la inauguración.

Prioridad sobre coches y peatones

El Ayuntamiento de Pozuelo está difundiendo una serie de consejos para que los usuarios del nuevo medio de transporte viajen con seguridad. Por ejemplo, no hay que olvidar que el tranvía siempre tiene prioridad, tanto con peatones como con vehículos. Las vías sólo se pueden cruzar por los pasos de cebra y los semáforos, ya que los trenes pueden circular en ambos sentidos por algunas calles. Los raíles, además, van en una plataforma independiente, y por ellas no se puede pasear ni ir en bicicleta.