El abogado ciego Chen Guangcheng, famoso por haber denunciado abusos de la autoridad y abortos forzados en el este de China, sigue siendo maltratado en la prisión donde está detenido, y su familia sufre el acoso de las autoridades, informó otro conocido activista chino en una carta.

Según la misiva, firmada por Hu Jia, también en arresto domiciliario, y al que este año se le impidió viajar a Europa con su esposa, el abogado Chen mostraba signos de haber sido golpeado a mediados de junio, cuando fue visitado en la prisión por su esposa e hija en la provincia de Shandong (este). Chen contó a su esposa,

Además, siempre según la carta, Yuan y su hija de dos años, vigiladas permanentemente por policías, decidieron escapar de su casa el pasado 3 de julio para viajar a Pekín y ponerse en contacto con otros activistas, entre ellos el firmante Hu Jia.

"Hasta los policías que hay alrededor de nuestra casa vigilando recibieron fotos de Yuan para poder detenerla en caso de que nos visitara", señaló en su carta el activista, renombrado luchador contra la discriminación de enfermos de Sida y hepatitis B en el país asiático.

Yuan logró burlar a la policía, visitar a Hu y a principios de este mes fue entrevistada allí por la revista "Time", donde se reunió con diplomáticos del Reino Unido.

La carta de Hu concluye pidiendo la "intervención de la comunidad internacional" respecto al caso de Chen, quien ayer fue visitado por su madre y su hermano pero apenas tuvo libertad para hablar con ellos, ya que la policía se quedó en la misma sala y sus familiares sospechaban que se habían colocado micrófonos.

El abogado invidente también afirma que en las conversaciones telefónicas que le permite hacer la autoridad penitenciaria tampoco dispone de intimidad, ya que un policía está siempre a su lado.

Chen denunció hace años la campaña de esterilización y abortos forzados llevada a cabo por las autoridades de Linyi, orientada a aplicar drásticamente la política del "hijo único" y que afectó a unas 10.000 mujeres y sus familias.

El abogado fue sentenciado en agosto de 2006 a cuatro años y tres meses de prisión por "dañar la propiedad pública y organizar una revuelta para interrumpir el tráfico y presionar al Gobierno", pena que según la ONG pro derechos humanos no fue sino una represalia por haber destapado el caso de las esterilizaciones forzadas.

La esposa de Hu, Zeng Jinyan, también activista y famosa internauta, fue elegida este año por la revista Time como una de las cien personas más influyentes del mundo en su última lista anual.

Zeng relató que pese al acoso de la policía, la esposa de Chen y su hija permanecen en su casa.