La central nuclear que la compañía nipona Tokyo Electric Power (TEPCO ) tiene en Kashiwazaki-Kariwa (noroeste de Japón) ha cesado por completo sus actividades después de que el pasado miércoles un terremoto de 6,8 grados provocara fugas radiactivas.
La empresa que gestiona la central ha confirmado, dos días después del accidente, que la intensidad radiactiva del material fugado durante el seísmo era mayor de lo que se informó en un primer momento. A pesar de todo insisten en que no superó los niveles de peligrosidad estándar, pero han elevado el nivel de alerta.
La ONU acusa
Se trata de la mayor planta de energía nuclear del mundo, y la ONU la ha acusado de calcular mal los riesgos. El director de la Agencia Internacional de la Energía Atómica , Mohamed ElBaradei, aseguró que el reactor no estaba preparado para un terremoto de tal magnitud. La empresa insiste sin embargo en que la fuga está dentro de los niveles de seguridad del Gobierno y que no supone una amenaza para el medio ambiente.
La fuga de agua radiactiva fue a parar al Mar del Japón. El seísmo también provocó la caída y rotura de decenas de depósitos de residuos tóxicos.
Diez muertos
El número de muertos como consecuencia del terremoto se ha elevado a diez después de que las autoridades encontraran otro. El terremoto, de 6,8 grados en la escala Richter, dejó además más de mil heridos y 12.000 desplazados.
El seísmo destruyó 900 casas, carreteras y vías de ferrocarril, y dejó sin suministro eléctrico a más de 25.000 viviendas, y sin agua ni gas a otras 35.000.
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