La infrafinanciación y la dependencia en la construcción han lastrado la economía valenciana en los últimos 25 años

El IVIE propone que el objetivo de déficit sea asimétrico o que no se paguen intereses de la deuda valenciana
Maudos, Pérez y Choreén muestran el cartel conmemorativo de los 25 años del IVIE
Maudos, Pérez y Choreén muestran el cartel conmemorativo de los 25 años del IVIE
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Maudos, Pérez y Choreén muestran el cartel conmemorativo de los 25 años del IVIE

La infrafinanciación, una estructura productiva excesivamente basada en la construcción y por encima de la media nacional, y una productividad siempre inferior a la del resto del Estado son algunas de las principales causas de que la Comunitat esté "mejor que hace 25 años pero peor de lo que deberíamos estar".

Estas son algunas de las conclusiones que se desprenden del informe que ha llevado a cabo el Instituto Valenciano de Investigaciones Económicas (IVIE) con motivo de su 25 aniversario y que han presentado este miércoles en rueda de prensa el director de la institución, Francisco Pérez, el director adjunto, Joaquín Maudos, y la directora gerente, Pilar Choreén.

Pérez ha argumentado que "el mundo y la Comunitat han cambiado mucho en estos 25 años" aunque la autonomía valenciana está "peor de lo que debería estar" y ha propuesto, entre las soluciones, mejorar la formación y la estructura productiva, debido a que "el reto es la productividad".

Además, Maudos ha señalado que ahora en España "el viento va a favor por el bajo precio del petróleo, que ayuda a que los ciudadanos puedan consumir más, y las ayudas del Banco Central Europeo (BCE)" pero estima que "hay que hacer reformas estructurales —fiscal, laboral, energética, etc— para cuando el viento deje de soplar".

Sobre financiación, el informe concluye que la Comunitat ha tenido una "insuficiencia de recursos" que ha producido un menor nivel de gasto por habitante, concretamente un 7,5 por ciento menos que la media española. Esta menor cantidad de recursos "condiciona el despliegue de las políticas de gasto, especialmente en servicios sociales y desarrollo económico".

Como anécdota que demuestra la problemática financiera de la Comunitat, Pérez ha comentado que el primer informe que encargó la Comunitat al IVIE tras su creación, en 1990, fue sobre este tema y ha explicado que "cuando llegó la crisis, se sumó la infrafinanciación a la reducción de ingresos fiscales".

Otra de las consecuencias de esta infrafinanciación es que la Comunitat es la autonomía más endeudada, ya que debe 40.000 millones de euros, lo que supone un 40,3 por ciento de deuda sobre su Producto Interior Bruto (PIB), por delante de Castilla La Mancha y Cataluña, mientras que la media de todas las comunidades es del 23,7 por ciento.

Además, esta financiación hace que la Comunitat también tenga "menor capacidad de gasto" que el resto de autonomías. Concretamente, el peso de la Comunitat se sitúa entre el 8,5 y el 9 por ciento en nivel de gasto en los servicios públicos, un 17 por ciento inferior a la media.

En cuanto a infraestructuras y equipamientos públicos, hoy hay "casi el doble" que en 1990, cuando el IVIE comenzó su actividad. Sin embargo, también coinciden en que la Comunitat está "por debajo de lo que correspondería", un 20 por ciento menor a la media nacional. Asimismo, el empleo público también es menor que en el resto de España y lo era hace 25 años. El resto de comunidades disponen de un 20 por ciento más de empleados públicos por habitante.

Mucha más construcción en la comunitat

Otro de los aspectos clave de estos 25 años de economía valenciana es su estructura productiva, que "ha sido siempre muy parecida a la de España", según Maudos. La industria ha perdido 8,3 puntos desde 1990, aunque se está produciendo una cierta reindustrialización desde 2008 y en estos años se ha producido una "clara terciarización" de la economía y como muestra, los servicios representaron el 72,7 por ciento del PIB valenciano en 2015.

Desde mediados de los noventa, los turistas extranjeros se han multiplicado por 2,6 en la Comunitat y es que, pese a que entre 2008 y 2010 las visitas de extranjeros se redujeron "significativamente", desde 2011 el repunte ha sido "notable", ya que ha pasado en cinco años de 5 a 6,5 millones en 2015.

Sin embargo, uno de los puntos más destacables en este sentido es que, durante este cuarto de siglo, la construcción "aumentó mucho más en la Comunitat que en España" hasta 2008. Se incrementó en 5,1 puntos frente a los 2,2 del conjunto del país y llegó a suponer el 13 por ciento del PIB valenciano, aunque también ha caído más en esta autonomía desde ese año: 6,7 puntos en la Comunitat y 5,4 en el conjunto de España. La solución, según Maudos, es "diversificar mucho la actividad hacia aquellas que tengan mayor proyección de crecimiento".

En cuanto a las inversiones, la valenciana ha sido una de las comunidades con mayor esfuerzo, similar al de España e incluso superior en algún momento de estos 25 años, pero de nuevo se han centrado con mayor intensidad que en el resto de España en los activos inmobiliarios. Sin embargo, en I+D ha estado siempre por debajo de la media nacional y en 2013 era un 18 por ciento menor, pese a que estas inversiones se han doblado desde 1990.

Empleo en "actividades poco productivas"

El mercado de trabajo valenciano también ha variado considerablemente ya que el número de ocupados en la Comunitat es un 42 por ciento superior al de 1990 y ha crecido más que en España (39 por ciento). Pese a ello, este estudio considera que la intensa creación de empleo se concentró en "actividades poco productivas". Además, en los años de crisis, entre 2007 y 2013, se han perdido cerca de 450.000 empleos, aunque desde ese mismo año se han creado 134.000 puestos de trabajo. La población activa también ha sufrido un descenso de dos puntos en estos años.

Como factores positivos, la internacionalización de la economía valenciana "ha avanzado mucho", ya que desde mediados de los noventa se han multiplicado por 2,8 y, como consecuencia, la balanza comercial ha sido "tradicionalmente" positiva en la Comunitat, frente a la de España, que siempre ha tenido déficit comercial.

Preguntado por el hecho de que el Consell haya incluido en los presupuestos de 2016 un total de 1.300 millones de una posible reforma del sistema de financiación, el director del IVIE ha opinado que "desde el punto de vista técnico, no es ortodoxo" y es "colocar sobre el papel el problema". Así, ha explicado que la valenciana es "la única comunidad que con un PIB inferior a la media, aporta al resto de autonomías". Pese a ello, ha añadido que "sin la inyección enorme de recursos del BCE y del Ministerio de Hacienda, la deuda de la Comunitat no sería soportable".

Entre las soluciones, Pérez y Maudos han planteado la posibilidad de "no pagar intereses de la deuda" o que el objetivo de déficit de las comunidades fuera asimétrico y de esta forma se reconocieran las diferencias de financiación.

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