Si el mercado laboral ya discriminaba a la mujer –menos sueldo y menos posibilidades de desarrollo profesional–, la crisis ha empeorado las cosas, al menos en las “alturas” empresariales. La presencia de mujeres en la dirección de empresas se ha reducido considerablemente en los últimos siete años.

Según la empresa de servicios para el desarrollo del mercado laboral Gi Group, el perfil profesional de los directivos ha experimentado variaciones desde los primeros síntomas de la crisis y en la categoría de directores generales las mujeres han pasado de representar el 13,4% en 2007 al 8,4% en la actualidad.

Por el contrario, el descenso de este porcentaje ha supuesto un aumento del número de hombres que ostentan altos cargos en el tejido empresarial español, hasta posicionarse en el 91,6% del conjunto.

En lo que respecta a la ocupación de cargos como directores financieros y de los Recursos Humanos, la variación se mantiene en niveles previos a la crisis económica. En el caso de los directores financieros, este sector se encuentra liderado por hombres con una presencia del 81,2% en 2014, una décima más que hace siete años.

No ocurre lo mismo en el ámbito de los Recursos Humanos, en cuya situación las mujeres cuentan con más representación y la variación con respecto a años previos a la crisis es casi inexistente. Las cifras han pasado del 30% en 2007 al 30,5% en 2014, mientras que el perfil de los hombres se ha reducido hasta el 69,5% en los últimos siete años.