El Juzgado de Primera Instancia e Instrucción número 3 de Motril (Granada) ha absuelto a los cuatro policías que fueron juzgados a raíz de que el acusado de matar a su mujer a martillazos en esta localidad les denunciara por haberle agredido durante su detención en el domicilio donde supuestamente ocurrieron los hechos el pasado 20 de mayo de 2014.

En la sentencia, a la que ha tenido acceso Europa Press, se declaran prescritos las faltas de lesiones por las que habían sido denunciados tanto los agentes, dos de la Policía Nacional y dos de la Policía Local, como una quinta persona y, en consecuencia, se declara la absolución para los cinco.

El acusado de acabar con la vida de Araceli Morales denunció el 19 de enero de 2015 desde la prisión de Albolote (Granada) que había sido agredido y había recibido patadas y puntapiés en los costados por estos cuatro agentes durante la intervención policial realizada en su domicilio.

También denunció que ese mismo día una quinta persona le había propinado puñetazos en la cara cuando se encontraba detenido en el interior del coche patrulla a las puertas de su vivienda, en la calle Antillas de la localidad costera.

Estos hechos podrían ser constitutivos de una falta de lesiones, cuyo plazo de prescripción es de seis meses, periodo que había transcurrido cuando se presentó la denuncia.

Durante el juicio, la Fiscalía solicitó una sentencia absolutoria ante esta prescripción y por considerar que los hechos denunciados no estaban probados.

Será juzgado este mes

La Fiscalía y la acusación particular han solicitado penas de entre 20 y 25 años para el presunto autor de la muerte a martillazos de Araceli Morales, hechos por los que será juzgado por un jurado popular en la Audiencia Provincial de Granada el próximo 23 de noviembre.

El Ministerio Público le atribuye un posible delito de asesinato con la circunstancia agravante de alevosía, por el que le reclama 20 años de prisión y el pago de 100.000 euros en concepto de indemnización para sus herederos.

La acusación particular, que ejerce el letrado Francisco Feixas, eleva su petición a los 25 años de prisión, por asesinato con alevosía y ensañamiento, y también la responsabilidad civil hasta los 300.000 euros.

La mujer de 60 años murió el 7 de junio del pasado año en el Hospital de Traumatología, donde permaneció ingresada desde la agresión, que se produjo semanas antes, el 20 de mayo, en el domicilio familiar, en Motril.

El Juzgado de Primera Instancia e Instrucción 5 de Motril (Granada), que se encarga de los asuntos de violencia sobre la mujer en la localidad, decretó el ingreso en prisión provisional, comunicada y sin fianza para el presunto agresor, un hombre de 51 años que fue detenido tras presuntamente agredirla con un martillo en la cabeza.

Los hechos ocurrieron sobre las 15,30 horas del 20 de mayo de 2014 en el domicilio familiar, situado en la calle Antillas de la localidad, en el conocido como barrio de San Antonio, hasta donde se trasladaron varios familiares de la víctima al notar su ausencia.

Al ver que no abría la puerta, alertaron a la Policía Nacional, que halló en el domicilio a la mujer malherida en la cabeza y tumbada sobre un charco de sangre.

En la vivienda también se encontraba su marido, el cual mostró una actitud agresiva y tuvo que ser reducido para proceder a su detención. El presunto agresor ya fue condenado en 2012 por un Juzgado de Motril por un delito de abuso sexual y por otro de atentado contra funcionario público a raíz de una denuncia presentada por una médico de un centro de salud de la localidad costera.

Los agentes hallaron en la vivienda el martillo con el que presuntamente fue agredida la mujer, una profesora prejubilada del CEIP Reina Fabiola de Motril que no había presentado denuncias previas por malos tratos, aunque sí había solicitado asesoramiento jurídico al área municipal de Igualdad del Ayuntamiento de la localidad.

La pareja llevaba doce años casada aunque estaban en proceso de separación pese a que seguían viviendo juntos y justo un día después de la agresión estaba prevista la celebración de un juicio para alcanzar un acuerdo de divorcio.