Al respecto, en su cuenta de Twitter, la dirección de EU ha lamentado "profundamente" que no haya sido posible llegar a este acuerdo "tan esperado" por la ciudadanía porque es "el momento de acumular fuerzas hacia un proceso constituyente y de cambio real mediante un gran acuerdo de unidad, y de ancha confluencia política y social".

Por el contrario, señalan que han recibido un trato "muy lamentable" y "humillante" que no es "el adecuado para las negociaciones". De hecho, considera que "no es comprensible que hasta última hora no se hayan podido hacer las negociaciones del conjunto de las fuerzas que lo tendrían que haber firmado, demostrando así poca voluntad de llegar a un gran acuerdo".

Es más, EU asegura que la comisión negociadora llevó a la reunión "una propuesta programática, de coalición y de campaña que ni siquiera fue valorada por el resto" y que después de dilatar "la reunión y de echar a los representantes de unidad popular un par de veces, nos formalizaron un auténtico ultimátum sin posibilidades de negociar, con lo cual imposibilitaron una salida mínimamente digna".

Por ello, consideran que han sido para Compromís y para Podemos "invitados de piedra", ya que mientras ellos "ya tenían el acuerdo cerrado" sólo les han llamado "para cubrir expediente a última hora sin ninguna ganas de sumar para multiplicar los resultados". "Su intención claramente ha sido una sopa de siglas entre ellos dos y nada más", ha recalcado.

Desde Esquerra Unida consideran que se "ha desaprovechado un momento histórico para conseguir superar al bipartidismo" ya que el objetivo de ofrecer el conjunto de las fuerzas políticas de la izquierda valenciana "una alternativa que hubiera generado ilusión en el conjunto del electorado no ha sido posible por el sectarismo y la intransigencia de algunos", ha apostillado.