Al menos 370 personas, muchas de ellas civiles, han muerto desde el inicio de los bombardeos de la aviación de Rusia en Siria, el pasado 30 de septiembre, según ha informado este martes el Observatorio Sirio de Derechos Humanos. La ONG destaca que de esos fallecidos al menos 127 eran civiles, entre ellos 36 menores de edad y 34 mujeres.

El último ataque, ocurrido este lunes por la noche, ha dejado al menos 45 muertos y más de un centenar de heridos. Ha ocurrido en el norte de la provincia costera de Latakia, según ha confirmado el director del observatorio, Rami Abderrahman. En un conversación telefónica, Abderrahman ha explicado que entre los fallecidos hay civiles y combatientes rebeldes.

La fuerza aérea de Rusia tuvo como blanco varias localidades y cuarteles de los rebeldes en la zona de Yabal al Akrad, en la mitad septentrional de Latakia. Entre los fallecidos está el líder de una brigada opositora.

Latakia es uno de los principales feudos del régimen de Bachar al Asad y en ella vive gran parte de la minoría alauí, credo al que pertenece el presidente sirio. Desde el pasado 8 de octubre, el norte de la provincia, donde están presentes varias facciones rebeldes de tendencia islámica, es objetivo de una ofensiva del Ejército, que cuenta con la colaboración de la aviación rusa.

Por otro lado, el Observatorio indicó que aviones de guerra, cuyo origen no precisó, atacaron las poblaciones de Telbise, Ganto, Al Dar al Kabira y Tir Maleh, en el norte de la provincia central de Homs, donde las autoridades sirias también desarrollan una ofensiva.