El diputado socialista por Segovia Juan Luis Gordo considera que sería "un acto de grandeza" que la exdiputada de UPyD Irene Lozano, incluida en la candidatura socialista por Madrid, reconociera su inexperiencia en política y sus "errores" hacia el PSOE.

A su juicio, ha de hacerlo si aspira a diferenciarse de la "pléyade de oportunistas políticos que han emergido esta legislatura", en la que incluye al también exdiputado de UPyD Toni Cantó, quien en diciembre será número dos de Ciudadanos (C's) en la candidatura por Valencia, y a los líderes de Podemos Pablo Iglesias e Íñigo Errejón.

Ellos, según dice, están más en su proyecto personal que en el de los ciudadanos, para lo cual cuentan además con el "apoyo incondicional" de algunos medios de comunicación.

"No estaría demás, como en su momento hizo Rosa Aguilar, que Lozano reconociese su bisoñez política y sus errores hacia el PSOE", sostiene a través de su blog.

El parlamentario reconoce que la inclusión de Lozano en la lista de Madrid, como a muchos, no le ha dejado indiferente. Tampoco lo ha hecho la exclusión de otros compañeros propuestos por sus agrupaciones provinciales, según admite Gordo, que no obstante se muestra convencido de que el secretario general del PSOE, Pedro Sánchez, ha buscado lo mejor para impulsar el cambio en España.

"Cuanto más lo medito, creo que más razón lleva, aunque me cueste ver la oportunidad de la inclusión en la lista de Madrid de dos personas. No cabe duda de que ha sido valiente, muy valiente. Y solo así se pueden ganar las elecciones. Pedro apuesta a ganar. O todo o nada", advierte.

Para este diputado, el liderazgo solo se tiene cuando se ejerce y la posición de Sánchez, en la atalaya, permite identificar oportunidades que desde la base no siempre se perciben. Por eso, apunta que la inclusión de la exdiputada de UPyD en las listas de su partido "es una manifestación más de la amplia visión de miras que tiene el PSOE para adaptarse a los tiempos y ganar el futuro para los ciudadanos".

"El PSOE es un partido abierto, con capacidad de autocrítica, pero a su vez de reconocer la valía de las personas y perdonar sus impertinencias", añade.