Los Ryan son una familia de Northampton, Massachussets, que desde hace dos meses y medio busca una estatua de Ronald McDonald, la mascota de la cadena de restaurantes, que tenían en su jardín, informa el diario Daily Hampshire Gazette.

Los hechos ocurrieron cuando la hija adolescente de la familia organizó en agosto una fiesta en casa. El evento se les fue de las manos y los padres encontraron la casa destrozada y la estatua desaparecida. Desde entonces, ofrecen una recompensa de 300 dólares (unos 265 euros) para aquel que dar alguna pista sobre el adorno.

Los Ryan compraron la estatua en 2000 y aseguran que tiene valor no sólo sentimental, sino material. Según sus propietarios, fue creada en 1972 y debido a su original postura (sedente y apoyando la barbilla en un puño) y a su aspecto "ligeramente siniestro", es una rareza que puede tener un valor de 3.000 dólares, unos 2.650 euros.

Al poco de denunciar la desaparición, los Ryan recibieron un aviso de una mujer que había visto la estatua en el asiento trasero de un coche aparcado en la localidad, pero la Policía no pudo dar con el vehículo.