Unos 400 alcaldes acompañarán este jueves a Mas hasta las puertas del TSJC

  • La Asociación Catalana de Municipios (ACM) han asegurado que reunirán a 400 alcaldes para apoyar al presidente de la Generalitat en funciones.
  • El TSJC interroga este jueves a Artur Mas como imputado por organizar la consulta del 9-N.
El presidente de la Generalitat de Cataluña, Artur Mas.
El presidente de la Generalitat de Cataluña, Artur Mas.
EFE
El presidente de la Generalitat de Cataluña, Artur Mas.

La Asociación de Municipios por la Independencia (AMI) y la Asociación Catalana de Municipios (ACM) han asegurado que reunirán este jueves a 400 alcaldes para apoyar al presidente de la Generalitat en funciones, Artur Mas, en su declaración por el 9-N ante el Tribunal Superior de Justicia de Cataluña (TSJC).

Los cargos electos, que están convocados a primera hora de la mañana en el Parlament, acompañarán al presidente catalán hasta la entrada del Palacio de Justicia, sede del TSJC, exhibiendo sus respectivas varas de alcalde u otros símbolos que identifican el poder municipal.

Según informan las asociaciones municipalistas, la comitiva estará encabezada por el presidente de la AMI, Carles Puigdemont, y por el presidente de la ACM, Miquel Buch, ambos de CDC.

Diversas poblaciones catalanas han reunido a miles de ciudadanos en las plazas de los ayuntamientos para apoyar a los tres imputados por el 9N, el presidente Artur Mas, que declara mañana, y la exvicepresidenta Joana Ortega y la consellera de Enseñanza en funciones, Irene Rigau, que lo hicieron ayer.

El TSJC interroga este jueves a Artur Mas

El Tribunal Superior de Justicia de Cataluña (TSJC) interrogará como imputado al presidente de la Generalitat en funciones, Artur Mas, por haber organizado la consulta sobre la independencia del 9 de noviembre de 2014 pese a haberla suspendido el Tribunal Constitucional (TC).

Según fuentes judiciales, está previsto que Mas se limite a responder al magistrado Joan Manuel Abril y a su abogado, y no conteste ni a los fiscales ni a la acusación popular --representada por Manos Limpias-- al igual que hicieron el martes la exvicepresidenta del Govern Joana Ortega y la consellera de Enseñanza en funciones, Irene Rigau.

Ortega y Rigau coincidieron en los argumentos de su defensa: dijeron que no desobedecieron al TC porque no había una prohibición expresa y que no pararon la consulta --que denominan proceso participativo-- porque cuando llegó la supuesta suspensión la organización ya estaba en manos de voluntarios, la "sociedad civil", según Ortega.

También argumentaron que obedecieron un mandato del Parlament y se detuvieron en explicar las diferencias entre la primera de las consultas suspendida y el proceso participativo que puso en marcha luego el presidente de la Generalitat, cuyo peso ambas recalcaron que recayó en los voluntarios.

Que el TC no dio una orden expresa para parar el 9-N ya lo había defendido Mas con anterioridad con el argumento de que la Generalitat no tenía claro qué había que suspender exactamente porque la resolución era ambigua, y el Govern lo preguntó pero no recibió contestación: "Como no respondieron, no frenamos".

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