La Asociación para la defensa de los Recursos Naturales de Cantabria (ARCA) reclama una ley autonómica de Protección y Fomento del Arbolado Urbano para evitar que sus ciudades sigan quedándose sin arbolado como, a su juicio, está ocurriendo y ya ha remitido a los grupos parlamentarios un borrador de la misma basado en la normativa existente en Europa y en la Comunidad de Madrid.

Según el borrador que propone, y que es una propuesta abierta a la modificación de los partidos políticos, quedarían protegidos todos los árboles de cualquier especie con más de diez años de antigüedad o 20 centímetros de diámetro de tronco medidos a 1,40 metros desde el nivel del suelo que se ubiquen en suelo urbano, tanto en espacios públicos como privados.

La tala de este arbolado protegido quedaría prohibida salvo que un técnico cualificado acredite que este es el "último recurso", según han explicado los representantes de la asociación conservacionista, que se han quejado que, actualmente, ante la orden de "cualquier" concejal o jefe de obra de que se corten ejemplares urbanos "se tira de motosierra".

"Cualquier excusa es buena para cargarse un árbol de raíz", han lamentado los miembros de ARCA, que aseguran haber visto "con desesperación" algunos "ataques" al arbolado urbano —talas o "mutilaciones salvajes"— llevados, a su juicio, en ciudades, como Santander, Torrelavega o las áreas urbanas de otros municipios, cuya ejecución es "difícilmente justificables".

En el borrador, se señala que cuando el arbolado se vea "necesariamente afectado" por obras de reparación, reformas de cualquier clase o construcción de infraestructuras se procederá a su trasplante.

Se añade que, si por razones técnicas dicho trasplante no es posible, podrá autorizarse la tala del ejemplar afectado mediante decreto del alcalde "singularizado para cada ejemplar, previo expediente en el que se acredite la inviabilidad de cualquier otra alternativa, y firmado por un técnico cualificado".

Además, en esos casos en los que la tala sea la única salida se exige la plantación de un ejemplar adulto de la misma especie por cada año de edad del árbol eliminado, algo que, según ha explicado, ya no es nuevo y es "reflejo" de antiguas ordenanzas de algunos municipios.

ARCA ha explicado que ha decidido presentar un borrador a los grupos parlamentarios para que "no se pierda el tiempo" y se cuente ya con un documento "de base". Según han señalado, si hay "voluntad política", Cantabria podría tener una ley de este tipo aprobada en dos meses y medio.

Si esta ley llega a aprobarse, se prevé que las ordenanzas municipales sean revisadas para adaptarse a esta normativa.

Este borrador, que se fija en la normativa que existe en la Comunidad de Madrid desde 2006, prevé multas que, en función de su gravedad —leves, graves o muy graves— podrían ir desde los 300 euros a los 500.000, cantidades que, según ha aclarado ARCA, son una referencia y en Cantabria podrían modificarse.

La asociación conservacionista ha resaltado la importancia de contar con esta normativa para que los ataques al arbolado urbano puedan ser denunciables.

La petición de esta ley regional es la primera de las medidas que forma parte de la campaña de protección y fomento del arbolado que va a llevar a cabo ARCA y que incluirá otro tipo de actuaciones.

ARCA ha asegurado que solo hay "ventajas" de contar con árboles en las ciudades —contribuyen a regular las variaciones de temperatura, retienen el polvo o producen oxígeno, según enumera— y aseguran que nunca constituyen "un peligro" sino que lo que es un peligro es la "dejadez" en la gestión de viales y aceras cuando se levantan ya sea por las raíces de los ejemplares o por otro tipo de causas.

Alumbrado público

Al margen de esta cuestión y, a preguntas de los periodistas, los representantes de ARCA ha calificado como "correcto" el planteamiento que están siguiendo algunos ayuntamientos de Cantabria, como el de Santander, de sustituir el alumbrado público por otro más eficiente y menos contaminante.

Sin embargo, han advertido que no en todos los municipios la ejecución de este planteamiento "no siempre es correcta", citando como ejemplo la realizada en algunas partes del Paseo Marítimo de Laredo, y ha resaltado la importancia de que los ayuntamientos recurran a "empresas serias" que "sepan lo que hacen" para que el resultado sea el esperado.