El presidente de los editores dice que "no entiende" que Mas y Rajoy no negocien si lo hicieron Fraga y Carrillo

El diputado de C's en Baleares Xavier Pericay achaca la situación actual en Cataluña a que en 1978 "la lengua y la educación se dejaron en manos de los nacionalismos"
Curso UIMP Cataluña
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EUROPA PRESS
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El presidente de la Federación de Gremios de Editores de España, Daniel Fernández, ha asegurado este viernes en Santander que "no entiende" que el presidente del Gobierno, Mariano Rajoy, y el president de la Generalitat, Artur Mas, no se sienten a negociar si durante la Transición lo hicieron Manuel Fraga (Alianza Popular) y Santiago Carrillo (Partido Comunista) sí lo hicieron.

"Y si no lo digo reviento", ha rematado, al tiempo que ha defendido que los españoles "deberíamos intentar no ofendernos" con el uso de las lenguas cooficiales en España y ha incidido en que la Constitución de 1978 no ha resuelto la cuestión de las lenguas, "que deben servir para entenderse porque si sirven para incomunicarse, tenemos un problema".

Así se ha referido, por ejemplo, a los problemas que han existido entre las universidades españolas cuando las unas a las otras se pedían traducciones de los expedientes cuando se los intercambiaban, tal y como ha explicado en una mesa redonda del encuentro 'Dilemas de la cohesión territorial en España', que se clausura este viernes en la Universidad Internacional Menéndez Pelayo (UIMP).

Asimismo, ha hecho hincapié en que España "no ha sido capaz de reformar nunca una carta magna cada vez que ha habido una crisis". Igualmente, ha apuntado que en la actualidad existe una "crisis constitucional" por lo que, a su juicio, se debe reformar la Constitución y ha añadido que en la actualidad hay un reconocimiento legal de cinco lenguas, en referencia al castellano, el catalán, el gallego, el euskera y, por último, el valenciano "El lío sigue haciéndose más lío", ha comentado.

También ha indicado que aunque "todos hemos vivido algún episodio de maltrato al catalán en mayor o menor medida", ha sostenido que en la actualidad se vive lo que ha denominado la "paradoja de la cafetería" y que, en su opinión, sucede cuando dos catalanes entran en una cafetería hablando en español, se dirigen a los camareros en catalán y después vuelven a su conversación en español.

Además, ha denunciado que el nacionalismo catalán es "referencial" porque, tal y como ha explicado, cuando un ciudadano dice que no es nacionalista "le dicen que es un nacionalista del otro lado", al tiempo que ha añadido en que cuando "en Europa una persona dice que es nacionalista, la primera reacción es desconfiar".

"el problema de la lengua viene cuando adquiere un plus identitario"

En la mesa redonda también ha intervenido el escritor y diputado de Ciudadanos en Baleares, Xavier Pericay, quien ha denunciado que las relaciones sociales en Cataluña "no son sanas", entre otros factores, cuando unos padres reivindican "con valentía y osadía" que a sus hijos se les den clases en español.

En este sentido, ha lamentado que en la situación actual en Cataluña o en la Comunidad Valenciana "es muy difícil" encontrar acuerdos sociales porque cuando se dice que no hay conflicto lo que sucede, a su juicio, es que quien tiene una opinión distinta a la del independentismo "no tiene la posibilidad de reivindicarse y expresarse".

"Reivindicarse tiene un coste", ha denunciado Pericay, que también ha señalado que "el problema de la lengua viene cuando adquiere un plus identitario" y ha argumentado que España ha llegado a la situación actual porque en la Constitución de 1978 "la lengua y la educación se dejaron en manos de los nacionalismos".

En la mesa redonda también ha hablado, durante el turno de preguntas, la secretaria de Relaciones Internacionales del PSOE y exministra de Defensa, Carme Chacón, quien ha pedido "respeto" porque en algún momento los ponentes se han referido al euskera como vascuence porque "he dado un respingo", al igual que lo ha dado, según ha dicho, cuando Pericay ha asegurado que en la Constitución de 1978 las lenguas se dejaron en manos de los nacionalismos. "No digamos esas cosas porque no se ajustan a la realidad", ha reivindicado.

Por este motivo, ha defendido la aprobación de una nueva Ley de Lenguas y modificar la Ley Lingüística de Cataluña porque ha acabado "perjudicando". "Cuando las leyes producen efectos no deseados hay que revisarlas, buscar de nuevos consensos", ha defendido Chacón, que ha reivindicado, no obstante, que el conocimiento del español y del catalán "ha sido fundamental para llegar a la sociedad que somos y no la confundamos con la situación actual, que es otra cosa".

Por su parte, Pericay ha asegurado que esta Ley de Lenguas "es una iniciativa evidentemente notable y necesaria para que todas las lenguas sean vistas como de todos los españoles, pero dudo que esto vaya a cambiar las cosas porque el nacionalismo no modificará su concepción de a quién le pertenece el monopolio de una lengua mientras gobierne".

"El bilingüismo nunca ha sido un problema en Cataluña hasta que el independentismo ha generado un problema", ha rematado, al tiempo que ha calificado de "muy manido" el recurso de alertar sobre la desaparición del catalán.

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