Las negociaciones para asegurar que Irán no puede fabricar armas nucleares han llegado a una etapa final en la ya hay condiciones para llegar a un buen acuerdo que "no debe retrasarse más", ha asegurado en Viena Wang Yi, el ministro chino de Exteriores.

"China cree que ningún acuerdo puede ser perfecto y que ya se dan las condiciones para que podamos llegar a un buen acuerdo", aseguró Wang al llegar al hotel vienés donde desde hace 17 días las grandes potencias tratan de cerrar un acuerdo con Irán.

El ministro chino indicó que en los últimos días de consultas se han logrado avances nuevos en los temas que aún impedían un entendimiento entre Irán y el Grupo 5+1 (China, EEUU, Francia, el Reino Unido, Rusia y Alemania). Por ello, dijo Wang, los ministros de Exteriores de esos países están en Viena para "concluir las negociaciones". "Creemos que no puede ni debe haber ningún retraso más", opinó el jefe de la diplomacia China.

Wang tenía previsto reunirse con su homólogo iraní, Mohamad Yavad Zarif. Frente a esa postura de Wang, el viceministro iraní de Exteriores, Abás Araqchí, indicó en una entrevista con una televisión iraní que no podía garantizar que se vaya a anunciar un acuerdo hoy o incluso mañana ya que aún existen discrepancias entre las partes.

Esta última fase de las negociación, cuyo origen se remonta a noviembre de 2013, arrancó en Viena hace 17 días con el 30 de junio como fecha límite.

Ese plazo se prorrogó primero al 7 de julio, luego al 10 y posteriormente, de nuevo, a este lunes, cuando se espera que se anuncie un resultado definitivo. Las últimas filtraciones a la prensa de diferentes delegaciones diplomáticas indicaban ya el pasado domingo que se había alcanzado un entendimiento sobre la práctica totalidad de los asuntos técnicos del eventual tratado y que sólo restaba la decisión política de los ministros.

El principal escollo seguía siendo el levantamiento de las sanciones que pesan sobre Irán, nos solo las económicas, comerciales y nucleares, sino también el embargo de armas, como lo reclaman los iraníes, con el apoyo inequívoco de Rusia.