El despertar de la moda

Backstage de la Cibeles Fashion Week.
Backstage de la Cibeles Fashion Week.
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Backstage de la Cibeles Fashion Week.

Si la moda española de 2015 se mirara en el espejo del año 2000 sería incapaz de reconocerse. Tal ha sido el cambio, que difícilmente podría compararse la foto fija de ambos años desde los puntos de vista creativos, industrial y de consumo.

Si comparamos la actual Fashion Week Madrid con aquella Pasarela Cibeles de 2000, se revela un sorprendente crecimiento del sector de la moda en España. De la participación de 19 firmas mostradas en 16 desfiles se ha pasado a las 44 propuestas vistas en pasarela en su 61 edición.

"En estos últimos 15 años la pasarela ha crecido de una forma impresionante, incluso hicimos el intento de trasladarla al centro de Madrid, al Retiro, pero comprobamos que no aportaba nada el cambio, sino todo lo contrario, porque nos limitaba en logística y aforo", reflexiona Cuca Solana, directora del evento.

En esta plataforma debuta y se consolida toda una nueva generación de creadores que son hoy por hoy los estandartes de la moda nacional como Ion Fiz (2002), Ana Locking (2008, tras 10 años como Locking Shocking), Juanjo Oliva (2004), Ailanto (2001), Carlos Diez Diez (2004)… Algunos de ellos aparcaron su proyecto personal para trabajar en grandes firmas, como Carmen March, que se incorporó a Pedro del Hierro; o el mallorquín José Miró, que actualmente es Manager Technical Designer de las tres líneas para hombre de la neoyorquina Coach.

"Es muy complicado, porque cada diseñador nos ha dado grandes momentos, pero creo que uno de los decisivos de Cibeles fue el primer desfile de David Delfín y la polémica interpretación que hizo de ella parte de la prensa", rememora Cuca Solana.

La moda española es uno de los sectores más vapuleados por la crisis que se inició en 2008. Solo la campaña 2007-2008 registró una caída de más del 10% en la facturación del textil, se pasó de los 22.460 millones de euros en 2007 a los 15.850 millones de 2013, año en que cambia el signo, anunciando un tímido crecimiento. Mientras que los puntos de ventas minoristas han pasado de ser más de 73.000 antes de la crisis a 60.004 contabilizados en 2014.

Esta coyuntura es la que ha hecho que muchas firmas hayan sufrido importantes ajustes, replegándolas al terreno de la costura a medida unas veces, como es el caso de Roberto Diz, o llevándolas a su desaparición, como les sucedió a Nacho Aguayo o El Delgado Buil.

"La crisis ha reubicado los segmentos y el término medio tiende a desaparecer", explica el diseñador Juan Duyos, que debutó en solitario en Cibeles en 1999. "Nos hemos posicionado en el mercado del lujo artesanal, ya que la competencia con las grandes superficies ni es factible, ni es rentable ni me gusta ese tipo de moda", continúa.

Madrid: capital de la moda

En estos 15 años hemos asistido a la consolidación de Madrid como capital de la moda nacional al desaparecer la Pasarela Gaudí de Barcelona, dando paso a otras plataformas como la actual 080 Barcelona Fashion, inicialmente enfocada a los valores emergentes del diseño catalán y que actualmente realiza un cóctel entre jóvenes diseñadores y firmas comerciales de reconocido prestigio. Es en Barcelona donde precisamente se dan algunos de los movimientos más innovadores que ejercen de revulsivo a la moda nacional.

Por un lado, en el año 2000 nace Circuit de la mano de la diseñadora Paula Feferbaum, de la firma Paulinha Rio. Un evento que venía a dar respuesta a "una necesidad artística por parte de diseñadores emergentes que deseaban expresarse y tener el control creativo propio de sus presentaciones, frente a la rigidez de plataformas como Gaudí y Cibeles", explica Feferbaum.

El otro hito fue la celebración de la prestigiosa feria de moda urbana berlinesa Bread & Butter, en la Ciudad Condal, a la que llegó en 2005, primero solo en su edición de verano y, a partir de 2007, como sede única. Dos años después regresaría a Berlín. La primera década del siglo XXI supone un momento mágico donde los jóvenes diseñadores cuentan con múltiples plataformas para exponer su trabajo.

Las pasarelas regionales cobran gran importancia, destacando entre todas con voz propia la Valencia Fashion Week, pero también tienen un papel esencial los eventos de carácter alternativo, como Modorra en Bilbao o la Mustang Fashion Weekend del Festival Internacional de Benicàssim desde 2001 hasta 2009, de la que surgieron talentos como Ion Fiz, La Casita de Wendy o Davidelfin.

"La carpa de moda del FIB supuso una plataforma donde mostrar las propuestas alternativas jóvenes y muchas de ellas influenciadas por la música, reflejando la situación sociocultural de la época. El movimiento indie y la cultura clubbing estaban cociéndose y han sido la base de los actuales hípsteres", explica Sofia Clarí, responsable de moda del FIB. Fuera de nuestras fronteras, la moda española se consolida como líder en el sector del fast fashion gracias a empresas como Zara, Mango o Desigual.

El 23 de mayo de 2001 Inditex comienza a cotizar en Bolsa e inicia una expansión sin precedentes lanzando nuevas firmas. En 2014 tiene estatus de ‘gigante’ de la moda, su cifra de negocio es de 18.117 millones de euros, está presente en 88 mercados con 6.683 tiendas y una plantilla de 137.054 empleados, ocupando Amancio Ortega, creador de este imperio textil, el cuarto puesto de la lista de billonarios mundiales según Forbes.

Pero el factor que cambia todo el modelo de la moda mundial, incluida la española, es la irrupción de internet en su modelo de comunicación y ventas. La difusión de la moda se reveló especialmente permeable al desarrollo y popularización de los medios digitales, blogs y diferentes redes sociales existentes, cambiando el modelo comunicacional, incorporando a nuevos actores al sistema y haciendo que los blogueros cobren una importancia esencial, posicionándolos en algunos casos en igualdad de importancia que la prensa tradicional.

En el terreno de la comercialización, las e-stores han posibilitado la desaparición de los localismos convirtiendo a cualquier firma, por pequeña que sea, en un ente de dimensión global. La cultura de la moda se ha consolidado entre la población gracias a la influencia de los mass media.

Series como Sexo en Nueva York o Gossip Girl despiertan un nuevo interés, y la música queda ligada definitivamente a este sector a través de trendsetters como Lady Gaga, Rihanna, Beyonce o Katy Perry, que incorporan a sus carreras musicales un decisivo componente estético. En España celebridades como Paula Echevarría, Sara Carbonero, Ariadna Artiles o Vicky Martin Berrocal influencian a miles de seguidores a través de sus blogs.

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