Los amores de "El Fary"

  • En total tuvo cinco hijos de tres mujeres diferentes.
  • Nunca hubo un idilio con Ava Gadner pero si "juerga y diversión".
  • Su verdadero amor siempre ha sido Concha Olmedillo.
"El Fary" y su mujer, Concha, en 2004.
"El Fary" y su mujer, Concha, en 2004.
©KORPA
"El Fary" y su mujer, Concha, en 2004.

Por muchos que ciertos medios de comunicación se empeñen, no hubo nada entre un taxista llamado José Luis Cantero y "el animal más bello del mundo" en una noche madrileña.

"Ojalá pudiera contar muchas cosas de las que la gente pueda pensar de Ava Gadner pero lo único que hubo fue una noche de juerga y diversión", aseguraba "El Fary" en una entrevista, insistiendo en que nunca hubo un romance con la diva de Hollywood, cuando coincidieron en la época en la que vivía del taxi.

Que al "Fary" le gustaban las mujeres no es nuevo, y que muchas inspiraron su música, tampoco.

Uno de sus primeros amores fue Juana Rodríguez Abad, con la que tuvo un hijo "Luisito". A pesar de ser su primer hijo, "El Fary" no lo reconoció hasta hace unos pocos años.

Más tarde llegó a su vida Pilar de Miguel, con la que mantuvo una relación de diez años y tuvo a otros dos hijos, Adela y Luis. Adela, que es su única hija, siempre se ha lamentado que su padre no mantuviera relación alguna con ellos.

Pero su verdadero amor fue y ha sido, sin duda, Concha Olmedillo, madre de sus hijos Javier y Raúl, la mujer que le ha acompañado infatigablemente en los buenos y malos momentos y hasta el último día de su vida.

Tardó veintitrés años en casarse con ella, pero finalmente decidió "dar el paso" el 22 de noviembre de 2002. "Yo realmente estaba casado porque para mí era la misma responsabilidad", aclaraba el cantante, pero "ha llegado el momento de formalizar las cosas".

La boda se celebró acorde a su modo de ser: de una forma sencilla, en familia. "Era un viernes -recordaba-, con mis hijos delante, mi hermano, Flores, la muchacha que tenemos en casa y nada más. A mí se me planteó lo de las revistas pero pagarme por casarme eso no, yo quiero que me paguen por mi trabajo, por lo que hago, porque cante o por lo que pueda aportar pero por casarme, no".

Ante todo, era un hombre sincero. De la relación con su mujer, Concha, decía: "Bronquitas y estas cositas, habrá, pero yo siempre digo que hay que reñir para luego hacer las paces".

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