España y Francia presentan una propuesta para sustituir al fallido proyecto de Constitución europea

Se han unido para aportar una salida al actual punto muerto. Se confirma el aislamiento de Polonia, en la reunión de ministros de exteriores de la UE.
Miguel Ángel Moratinos, saluda a su homólogo francés, Bernard Kouchner. (EFE).
Miguel Ángel Moratinos, saluda a su homólogo francés, Bernard Kouchner. (EFE).
EFE
Miguel Ángel Moratinos, saluda a su homólogo francés, Bernard Kouchner. (EFE).

España y Francia presentaron este domingo a sus socios la base de lo que podría ser un acuerdo para la reforma del fallido Tratado constitucional, en un "cónclave" de ministros que confirmó el aislamiento de Polonia.

España, cabeza de los llamados "amigos de la Constitución", y Francia, el país que abrió la crisis al rechazar en 2005 su ratificación, se han unido para señalar cuál podría ser la salida al actual punto muerto.

La iniciativa franco-española representa un puente entre los dos bloques en que quedó dividida la UE al fracasar hace dos años el proyecto de Tratado constitucional.

Los que ratificaron la Constitución renunciarían a toda la simbología constitucional del tratado, empezando por el nombre de "Constitución", y aceptarían la redacción de un tratado clásico, pero a condición de incluir en él las principales innovaciones institucionales acordadas en la Carta Magna europea.

Integrar los dos tratados

España y Francia proponen, como ya había hecho la Presidencia de turno alemana, integrar en los dos tratados actualmente existentes, el de la Unión Europea y el de la Comunidad Europea, "los avances" acordados en 2004 que pretendían hacer más eficaces y democráticas las instituciones de la UE y mejorar el rendimiento de las políticas comunes.

La propuesta identifica doce ingredientes indispensables.

Se trata, entre otros, de la nueva presidencia estable del Consejo Europeo; del ministro de Asuntos Exteriores; de la doble mayoría y la extensión del campo de la mayoría cualificada; de la creación de una política de inmigración común; de las cooperaciones reforzadas; de la cláusula de solidaridad, y de una referencia "vinculante" a la Carta de Derechos Fundamentales.

Adiós al término Constitución

El ministro español de Asuntos Exteriores, Miguel Ángel Moratinos, dio por acordado prácticamente el hecho de que el título "Constitución" no figurará ya en el futuro tratado y que tampoco mencionará éste la bandera, el himno, la divisa, el euro y la fiesta del 9 de mayo como "símbolos" de la UE.

"El precio que vamos a pagar los que ratificamos la Constitución dejando caer la simbología del Tratado constitucional no puede ser compensado con arreglos cosméticos", advirtió.

El ministro alemán de Exteriores y presidente de turno del Consejo de la UE, Frank-Walter Steinmeier, interpretó que los países que han ratificado el proyecto de Constitución Europea dieron hoy "pasos" para alcanzar un consenso que permita desbloquear la reforma institucional.

No hizo mención a la demanda polaca de renegociar el sistema de decisión por doble mayoría -55 por ciento de los Estados y 65 por ciento de la población- previsto en la Constitución que, según fuentes diplomáticas, ocupó ayer gran parte del debate.

El llamado "cónclave" de los ministros de Exteriores permitió, según Steinmeier, una "discusión útil".

"Lo que intentábamos hacer era reducir el número de cuestiones pendientes. Y lo hemos hecho hasta cierto punto. No es por supuesto el final", afirmó.

"Por supuesto esto no es el final del proceso. Nada que garantice el éxito en el Consejo Europeo (de los próximos jueves y viernes). Pero seguimos esperanzados en conseguirlo y trabajaremos muy duro por ello", añadió.

Debate intenso

El debate con Polonia fue muy intenso, indicaron otras fuentes diplomáticas, aunque la ministra polaca, Anna Fotyga, no llegó a hablar de vetos, según declaró después el titular luxemburgués, Jean Asselborn.

Moratinos aseguró que "no hay plan B" en el debate con Polonia (no hay alternativas al sistema de doble mayoría), y se mostró confiado en que pueda haber "fórmulas de consenso" para acomodar a todos los países comunitarios.

Asselborn, por su lado, se mostró confiado en que los responsables polacos, después de hoy, "van a reflexionar" sobre cuál será su postura del jueves y viernes.

Sin embargo, en su opinión la clave está en el Reino Unido, ya que si Londres "da de verdad un mensaje para avanzar y ayudar a encontrar una solución, creo que todos los países que arrastran los pies y buscan problemas van a abandonar sus argumentos".

Mostrar comentarios

Códigos Descuento