Un guardia civil acusado de matar a su mujer mantiene que ella se suicidó al sentirse mala madre

  • Este lunes ha comenzado el juicio contra Raúl R. P., el guardia civil acusado de matar a su mujer en marzo de 2013 de un disparo.
  • La familia solicita para el acusado 25 años de prisión y que se le retire la patria potestad de su hija menor durante 15 años.
  • El pasado mes de noviembre, la Audiencia Provincial de Madrid suspendió las visitas a su hija en un punto de encuentro que un juez había autorizado.
Imagen de una prisión.
Imagen de una prisión.
GTRES ONLINE
Imagen de una prisión.

Raúl R. P., el guardia civil acusado de matar a su mujer en marzo de 2013, sigue manteniendo desde entonces que su esposa se suicidó al sentirse frustrada como madre, dado que pensaba que su hija no la quería, según el escrito de defensa leído este lunes en el inicio del juicio que se celebra en la Audiencia de Madrid.

El agente, que prestará su testimonio ante el tribunal el martes, afronta una petición fiscal de 20 años de cárcel por asesinato. Las acusaciones particulares, en nombre de los padres de la fallecida y de sus hermanos, elevan la condena a 25 años de prisión por asesinato y omisión del deber de socorro.

Además, quieren que se le retire la patria potestad de su hija durante 15 años. También piden que haya responsabilidades sobre el Estado, puesto que el acusado tenía en su casa su arma reglamentaria a pesar de que estaba de baja.

El jurado popular que ha sido seleccionado tendrá que decidir, una vez practicada la prueba, si los hechos fueron un suicidio o si fue el agente quien asestó un disparo en la sien a su mujer mientras dormía. A su llegada a la Audiencia madrileña, la familia de la víctima ha manifestado que está destrozada desde entonces y ha pedido al Jurado que sea justo con lo que sucedió. "Queremos Justicia", ha dicho un familiar.

Escritos de la acusación y defensa

Tras quedar constituido el tribunal, se han leído los escritos de acusación y de defensa.

En este último, se relata que la fallecida pensaba que su hija no la quería, lo que la llevó a sufrir una depresión los días anteriores al presunto suicidio. "Sufría mucha pérdida de peso y su aspecto estaba demacrado el día anterior", recoge el texto que agrega que los hechos se produjeron debido a "un estado de tristeza" al pensar que iba a perder el trabajo sumado a que pensaba que su hija no la quería.

Según la defensa, la mujer se retiró a la habitación el día de los hechos para descansar antes de ir a trabajar y cogió la pistola que su marido guardaba "en el canapé" de la cama. Tras ello, se pegó un tiro. El abogado del acusado ha recalcado que en la prueba pericial se demostrará que la versión fue así y no como sostiene la fiscal, quien tratará de probar que Raúl disparó a su mujer en la cabeza con su arma reglamentaria.

Delicada situación del matrimonio

Según el fiscal, el acusado comenzó a tener discrepancias matrimoniales en 2012 con su esposa, auxiliar interina de enfermería y con la cual se había casado el 25 de abril de 2009. La mujer llegó a comentar a sus amigas más íntimas la delicada situación que atravesaba el matrimonio y su decisión de poner fin a la relación.

El día 10 de marzo de 2013 la mujer llegó a su domicilio sobre las 09:00 horas tras haber terminado el turno de guardia, momento en el que la pareja inició una fuerte discusión por el asunto de la separación. Minutos después, y tras haber jugado con su hija, la mujer se dirigió a su dormitorio a descansar después de haber pasado toda la noche trabajando.

El acusado, una vez que ella se quedó dormida, hacia las diez de la mañana, se dirigió según el fiscal a la habitación y con su arma reglamentaria le disparó en la sien derecha, resultando este disparo mortal de necesidad, si bien la mujer no moriría inmediatamente, sino a las 12:45 horas. El acusado, no obstante, avisó al teléfono de emergencias 112, sobre las 10:33 horas, y comunicó, fingiendo, según esta versión, que la mujer se había suicidado.

Visitas a la hija, suspendidas

El pasado mes de octubre, el Juzgado número 2 de Aranjuez (Madrid) suspendió provisionalmente el régimen de visitas del agente a su hija, autorizado previamente a salir una vez al mes de la cárcel con el fin de ver a la menor en un punto de encuentro.

El juez había considerado estos encuentros en un primer momento como "lo más beneficioso para ella". En junio de 2013, se le había retirado al acusado la patria potestad.

Poco después de la suspensión provisional, la Audiencia Provincial de Madrid eliminó definitivamente estos encuentros tras un recurso de los abuelos maternos y para que la niña pudiera llevar "una vida lo más normalizada posible".

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