El alcalde de Sevilla y candidato a la reelección, Juan Ignacio Zoido, ha afirmado este martes sobre la posibilidad de pactar con Ciudadanos que no le importaría que esta formación apoyara un Gobierno del PP, "tuviera o no tuviera mayoría suficiente", siempre que esa situación se dé dentro de "unas líneas que no se pueden traspasar".

Esas líneas serían que la formación que lidera Albert Rivera "forme parte de los criterios de austeridad, sostenibilidad y equilibrio en gasto y de que se eliminen privilegios" con los que el alcalde sevillano está comprometido.

"Todo aquel que venga a aportar y lo haga dentro de unas líneas que no se pueden traspasar, bienvenido sea, mientras más personas estén apoyando un proyecto, se enriquece la sociedad en general", ha dicho el regidor 'popular' en una entrevista en Radio Nacional, recogida por Europa Press.

No obstante, en términos generales, Zoido ha dicho que él "solo" entiende la política de pactos "con los sevillanos" y con esos principios que considera irrenunciables, la austeridad y el rigor, la profesionalidad o la supresión de los privilegios para el alcalde, los miembros del equipo municipal o los gerentes de empresas públicas.

El alcalde ha hecho referencia al debate preelectoral con el candidato del PSOE a la Alcaldía, Juan Espadas, y ha señalado que se pusieron de manifiesto "dos formas de entender la política y pensar en Sevilla", una, en la que el "el PSOE hace listas y decide, en el supuesto de que haya que gobernar, quién gerencia las empresas públicas", y la suya, de "servir a la política y buscar profesionales independientes para sanear las cuentas publicas".

"Unos se dedican a gastar y a generar casos de corrupción y otros a gestionar bien y a desterrar la corrupción", ha dicho Zoido, que ha defendido que el PP es "la mejor solución para Sevilla y los sevillanos" y el PSOE, "un salto al pasado y la corrupción".

En otro orden de cosas preguntado por el IBI, Zoido ha recordado que se bajó el año pasado registrando el mayor descenso en los últimos 35 años y ha ensalzado el descenso de los impuestos en general hasta situarlos en la media.

Además, el alcalde ha subrayado que las cosas "se han hecho bien" en el Ayuntamiento y ha ejemplificado esa aseveración con que las cuentas municipales se han saneado en unos 300 millones de euros, al pasar de una deuda de 790 millones a 502.