La presidenta del Frente Nacional (FN), Marine Le Pen, consideró este domingo que su padre y fundador del partido, Jean-Marie Le Pen, no debería volver a hablar en nombre de las siglas de la extrema derecha francesa.

"Nadie puede retirarle su mandato de eurodiputado pero no debe hablar más en nombre del Frente Nacional (...). Podría haber tomado altura, distancia, pero no quiere hacerlo. Lo lamento pero sus últimas declaraciones son inadmisibles", declaró Marine Le Pen sobre su padre a la emisora Europe 1.

La presidenta del FN marcó aún más la ruptura con el histórico líder ultranacionalista, que recientemente insistió en calificar las cámaras de gas como un "detalle" de la historia de la Segunda Guerra Mundial.

La líder de la extrema derecha francesa ya escenificó públicamente el pasado viernes su distanciamiento con su padre, al que no invitó ni a desfilar ni a tomar la palabra en el homenaje que cada año rinde el FN a la figura patriótica de Juana de Arco.

Este domingo ha puesto palabras a esa brecha y reconoció que no estaba previsto que Jean-Marie Le Pen, de 86 años, subiera al escenario el viernes antes del discurso de su hija a los manifestantes.

"Fue malicioso por su parte. Un acto de desprecio hacia mí", sentenció.

Marine Le Pen también se desvinculó de los escándalos que salpican a su progenitor, después de que el diario Mediapart publicase que escondió 2,3 millones de euros en Suiza, las Islas Vírgenes y Bahamas.

"En ningún caso estoy al tanto de los asuntos patrimoniales de Jean-Marie Le Pen. No tengo ningún elemento sobre ese tema", resumió su hija menor, que no aclaró si aceptaría esa herencia en caso de defunción de su padre.

El histórico líder de Frente Nacional, partido que Jean-Marie Le Pen fundó en 1972 y dirigió durante casi cuatro décadas, comparecerá este lunes ante el órgano disciplinario de la formación para rendir cuentas sobre sus polémicas declaraciones relativas al holocausto.