Pena mínima de cárcel para los acusados del vertido de un barco hundido en Tarragona en 2008

Un juzgado de Tarragona ha impuesto una pena de tres meses de cárcel, tras un acuerdo de conformidad entre las partes, a los tres responsables de un delito ecológico por imprudencia grave en el caso de un barco que se fue a pique en el puerto de la ciudad la madrugada del 9 de septiembre de 2008 y que provocó un vertido de gasóleo.

Un juzgado de Tarragona ha impuesto una pena de tres meses de cárcel, tras un acuerdo de conformidad entre las partes, a los tres responsables de un delito ecológico por imprudencia grave en el caso de un barco que se fue a pique en el puerto de la ciudad la madrugada del 9 de septiembre de 2008 y que provocó un vertido de gasóleo.

En la sentencia, recogida por Europa Press, el Juzgado de lo Penal 3 de Tarragona recuerda que tras el hundimiento se produjo una fuga de fuel al mar que "implicó un grave riesgo de afectación del ecosistema marino", aunque la contaminación no llegó a salir de los límites del puerto.

El hundimiento se produjo por una fisura de unos 21 centímetros y al estar el barco a plena carga, el agua se coló por la fisura provocando su hundimiento "sin que nadie diera aviso previo de su desestabilización previa al hundimiento ni se efectuara ningún tipo de labor de achique".

Según el fallo, horas antes del suceso solo había una persona de guardia del que no consta ni nombre ni cualifiación personal, sin que el gerente de la empresa Boteros y Amarradores se cerciorase de que se hubiesen dispuesto medios para controlar que la tripulación mínima exigible estuviera a bordo durante la noche anterior, por lo que no se pudieron tomar medidas para evitar el accidente o minimizar los daños.

Inicialmente, la inundación fue muy lenta y no se aceleró hasta que entró agua por los tubos de aireación, con lo que no fue hasta ese momento que un marinero que estaba en el barco en ese momento se percató de ello y abandonó el buque.

Imprudencia grave

La sentencia condena al capitán del 'Savinosa', a un marinero bombero y al legal representante de Botaderos y Amarradores de Tarragona por un delito ecológico por imprudencia grave a tres meses y un día de prisión.

La embarcación, tipo gabarra, era monocasco y tenía unos 38 metros de eslora con capacidad para 800.000 litros de fuel y 310.000 de gasóleo; el combustible vertido al mar fue de 137 metros cúbicos de fuel oil y 101 de gasóleo.

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