Unos 4.0000  mossos d'Esquadra se manifestaron en el centro de Barcelona a favor del reconocimiento social y de la dignidad del cuerpo y reclamaron la dimisión del conseller de Interior, Relaciones Institucionales y Partición, Joan Saura.

Al grito de 'Saura dimisión' partieron de plaza Catalunya sobre las 18 horas en dirección a la sede de Interior, en Via Laietana.

En la manifestación también participaron miembros de otros cuerpos policiales como la Guardia Urbana, la Policía Nacional, la Ertzaintza y la Guardia Civil, así como el sindicato Eurocop y de los funcionarios de prisiones.

Allí, dos agentes fuera de servicio leyeron un manifiesto, consensuado por cinco de los seis sindicatos convocantes --APESME, que representa a comisarios e intendentes, prefirió quedarse al margen-- en el que acusaban al departamento de ser el responsable principal del "descrédito" del Cuerpo.

Responsables políticos

En el texto, los sindicatos SPC, CAT-ME, APPAC, SAP-UGT y SME-CC.OO. aseguraban tener el "absoluto convencimiento" de que "la responsabilidad de haber facilitado, promovido y permitido el descrédito de su propio Cuerpo es de Interior" y pedían a la Conselleria que asumiera "las responsabilidades políticas oportunas".

Según el manifiesto, con su actuación el departamento "ha conseguido el desprestigio de la tarea policial y la pérdida de la autoridad legal y moral de los policías", algo que tiene un "precio demasiado alto para los profesionales y para la sociedad a la que sirven y pertenecen".

En ese mismo sentido, acusan a Interior de "no respetar la presunción de inocencia de los policías" y de "utilizar la institución de forma partidista", con un uso "indiscriminado y público de las medidas cautelares" contra los agentes implicados en los dos supuestos casos de maltrato de la comisaría de Les Corts.

"Desencanto, indignación y malestar"

El manifiesto hacía público el "desencanto, la indignación y el malestar" del Cuerpo ante la polémica que ha rodeado alguna de sus últimas actuaciones y aseguraba que se ha "cargado, prejuzgado y desprestigiado" el colectivo policial, "despreciando la profesionalidad y el trabajo diario de todos los policías".

Contramanifestación okupa

El movimiento okupa organizó paralelamente una contramanifestación para "vigilar" a los mossos. Los antisistema aparecieron en diferentes momentos de la marcha de los policías para abuchearlos.

Agentes de la policía autonómica de servicio impidieron cualquier enfrentamiento entre okupas y los mossos que se manifestaban.

En la calle Dagueria, durante el paso de la manifestación, un grupo antisistema insultaron a los agentes autonómicos que respondieron haciéndoles fotos y gritando "kubotan, kubotan".

El incidente más destacable fue la aparición de una enorma pancarta en la fachada del edificio de los sindicatos CC OO y CGT donde se leían acusaciones como "asesinos, torturadores y prepotentes", dirigido al colectivo de la policía autonómica.