El 20% de los madrileños de entre 25 y 35 años se declaran consumidores habituales de vino, porcentaje que supera al de otras comunidades como Andalucía, Murcia, Galicia o Asturias.

Así lo indica un estudio elaborado por la consultora TNS sobre la difusión de la cultura del vino, que además pone de manifiesto que casi la mitad de los jóvenes de la región (el 45%) consideran que el consumo de esta bebida propicia las relaciones sociales y ayuda a conquistar a personas del entorno.

A nivel nacional, el informe revela que un 18% de los jóvenes beben vino habitualmente y que la edad de inicio se sitúa entre los 15 y los 17 años, tanto en hombres como en mujeres.

El 53% de los jóvenes madrileños sólo beben vino de manera circunstancial; el 27% lo rechaza y, por lo general, el consumidor tipo es un varón de clase alta, de unos 28 años.

Más los chicos que las chicas

Uno de cada cuatro varones jóvenes de la comunidad bebe vino habitualmente, en tanto que las mujeres son mucho más reticentes, pues solo el 16% de ellas consumen de manera frecuente esta bebida.

Los contextos en los que los jóvenes suelen iniciarse en el consumo de vino son las celebraciones familiares (el 43%) o las relaciones con amigos (el 35%), mientras que entre los mayores de 24 años suele darse una segunda fase de inicio, más enfocada al disfrute responsable y como forma de cultivar las relaciones sociales.

Falta de conocimiento

La mitad de los jóvenes de la región que rechazan el vino lo hacen porque prefieren otro tipo de bebidas; un 26% porque no sabe lo suficiente como para pedirlo y un 22% porque no lo consideran atractivo.

Por el contrario, un 3% de los encuestados se declara experto en vinos; el 33% se sienten identificados con su cultura y, a medida que pasan los años, aumentan los consumidores habituales y descienden los que lo rechazan, aunque algunos -el 20%- siguen encontrando esta bebida "excesivamente sofisticada".