Los organizadores de las manifestaciónes anti-G8 y los medios de comunicación condenaron el domingo los choques violentos entre la policía y un grupo incondicional de militantes en la ciudad portuaria alemana de Rostock, durante los cuáles 1,000 personas resultaron heridas.

Una manifestación pacífica que congregó a  decenas de miles de personas  fue estropeada el sábado por la peor violencia vista en Alemania desde hace años, cuando cientos de activistas vestidos de negro lanzaron piedras contra la policía e incendiaron tres coches incendiados.

La policía usó el cañón de agua para dispersar a los militantes que abandonaron la zona dejando un rastro de destrucción en la ciudad, cuatro días antes de que la canciller Angela Merkel reciba al Grupo de los Ocho líderes  mundiales (G8) en Heiligendamm para su reunión anual.

Más de 1.000 heridos

"Esto es imperdonable y es la opinión de todos los grupos afectados, " dijo Mani Stenner, un portavoz de los organizadores de un ciclo de manifestaciones que duró toda la semana en la ciudad portuaria. "Esperamos que esta situación fuera una excepción", concluyó.

La policía condenó la violencia de aproximadamente 2,000 militantes conocidos como " el bloque negro". Aproximadamente 430 policías y 520 manifestantes resultaron heridos y la policía dijo que 128 personas fueron detenidas en los choques en el puerto de la ciudad.

Los grupos de ayuda y las ONGs condenaron la violencia y se distanciaron de los militantes. " No había ninguna justificación en absoluto para estos ataques, " dijo Pedram Shahyar, un portavoz del grupo Attac.

Alrededor de 16,000 policía estarán de turno durante la cumbre, uno de los contingentes más grandes organizados en Alemania a lo largo de su historia.

Se espera que los manifestantes traten de bloquear el acceso del camino a la cumbre y, para evitarlo se ha construido una valla de seguridad de 12 kilómetros (de 7.5 millas).