Granada capital y Motril, los  núcleos del población más importantes de la provincia, quedaron ayer unidos por la Autovía del Mediterráneo, A-7.

Una carretera cuya primera piedra se puso en 2002, hace 13 años. Y cuya finalización y apertura definitiva está prevista para este otoño, cuando se acabe el tramo Carchuna-Castell (10 km). Entonces, la costa almeriense estará unida con la de Málaga a través del litoral de Granada.

La puesta en funcionamiento del tramo La Gorgoracha y Puntalón, de 6 km, permite, además de la conexión de las dos ciudades granadinas, el acceso al Puerto de Motril. Un hecho que supone un hito importante porque permitirá dar salida directa por autovía a las mercancías portuarias.

Con un presupuesto total de 148,1 millones de euros y una calzada izquierda de tres carriles, este tramo recién inaugurado rodea el término municipal de Motril por la zona Norte. De este modo, inicia su trazado en la confluencia de la A-7 con la A-44, finalizando en el enlace de la A-7 con la autovía GR-16, de acceso a Motril y al puerto de Motril.

La entrada a la zona costera del puerto por el muelle de las Azucenas también se abrió al público ayer, lo que convierte la infraestructura motrileña "en el mejor puente de unión" entre Europa y norte de África, según Francisco Álvarez de la Chica, presidente de la Autoridad Portuaria.

La recién estrenada conexión además reduce el tráfico de mercancías y vehículos pesados por el entorno y los barrios cercanos, "mejorando la calidad de vida de los vecinos", añade.

El tramo La Gorgoracha-Puntalón, de 6 km, cuenta con tres viaductos: viaducto del Barranco de las Provincias (262 metros), viaducto del Barranco de Pontes 1 (152 metros) y viaducto del Barranco de Pontes 2 (216 metros).

El Ministerio de Fomento también puso ayer en servicio los 8 kilómetros de la Circunvalación Exterior de Granada, correspondientes al tramo Calicasas-Albolote (5,8 km) y el subtramo Albolote y N-432 (2,2 km).