Los padres de Madeleine McCann, la niña británica desaparecida en Portugal, emprendieron este martes una campaña internacional en busca de apoyo para encontrar a su hija que les llevará al Vaticano, Madrid y Berlín.

Además, sus padres lanzan un nuevo vídeo para que, con una amplia difusión, crezcan las posibilidades de encontrar a la pequeña con vida.

Portavoces de la familia informaron de que Kate y Gerry McCann, una pareja de médicos católicos que ha demostrado una gran religiosidad, viajan este martes a Roma y serán recibidos por el papa Benedicto XVI el miércoles.

La pareja espera estar el viernes en Madrid y el lunes de la próxima semana en Berlín con el objeto de llamar la atención sobre su hija, desaparecida el 3 de mayo en un hotel de playa del sur de Portugal.

Los McCann creen que mantener viva la campaña internacional sobre la desaparición de su hija puede ayudar a encontrarla, aunque hasta ahora, y pese a que su foto ha salido en diarios y canales de televisión de todo el mundo, sólo se han seguido pistas falsas, algunas de ellas en Grecia, España y el norte de África.

Con todo, los McCann y la historia de Madeleine siguen teniendo gran eco en su propio país, donde los medios de comunicación no han dejado de informar sobre la niña y las recompensas que se ofrecen por pistas para encontrarla.

Los portavoces familiares destacaron que 200 emisoras de radio del Reino Unido iniciaron una campaña especial sobre Madeleine apoyada en cortes musicales diarios.

Mientras los McCann visitaron un panel hinchable gigante con fotos y datos de su hija, patrocinado por un periódico británico, que se ha instalado en la playa de la Luz, a pocos metros de donde desapareció la niña.

Las pistas... todas falsas

Pero pese a la mucha publicidad que se ha dado al caso la policía sigue sin encontrar pistas de la niña ni obtener pruebas de importancia en sus investigaciones, incluido el cerco del ciudadano británico que consideró sospechoso.

La semana pasada las autoridades pidieron por primera vez ayuda a la población para que informaran sobre una "persona" sospechosa que fue vista por el hotel donde dormía la niña a la misma hora que desapareció.

Medios británicos informaron de que el llamamiento a la población fue hecho a raíz de las presiones del líder laborista británico Gordon Brown, aunque un responsable de la policía portuguesa lo negó.

La descripción del sospechoso era muy vaga -raza blanca sin especificar hombre o mujer, 35 a 40 años, 1,70 a 1,75 metros de estatura, cabello oscuro y ropa oscura- y por el momento no ha conducido a ninguna pista.

Con todo, los padres de la niña, que se han declarado dispuestos a seguir en el Algarve portugués indefinidamente mientras buscan a su hija, han asegurado varias veces, la última de ellas en el santuario portugués de Fátima, que no se darán por vencidos.