Los inmigrantes que llegan a nuestro país para trabajar se animan cada vez más a crear sus propios negocios. Hay cerca de 1.758.000 trabajadores inmigrantes registrados en la Seguridad Social. De ellos, casi 251.000 trabajan por cuenta propia.

Los trabajadores extranjeros se han convertido en un motor importante en zonas comercialmente deprimidas de grandes urbes españolas.

Casi el 60% de los inmigrantes que deciden montar un negocio lo hacen en ciudades de Madrid, Cataluña o la Comunidad Valenciana. Así lo refleja la Fundación La Caixa en su XXI volumen de la Colección de Estudios Sociales.

El estudio señala las motivaciones de los inmigrantes para poner en marcha un negocio.

Entre ellas están las denominadas empresas de necesidad, creadas para responder a una situación precaria, las basadas en oportunidades de negocio que los inmigrantes pueden ofrecer, como la importación, y, finalmente, las motivaciones étnicas o de clase, que tienen que ver con la cultura emprendedora de su propia comunidad.

Ganan ellas

Por sexos, son ellas las que emprenden más. Las mujeres extranjeras establecidas por cuenta propia en España son un 52,2%, frente al 47,8% de los hombres, según el informe, que insiste en la importancia de la aportación de los inmigrantes a la economía española, desterrando el mito de su escasa capacidad de generar riqueza.

Por otra parte, los empresarios muestran su preocupación por las generaciones futuras. La mayoría quiere que sus hijos accedan al mercado laboral en puestos cualificados y de prestigio social.

Las ocupaciones que prefieren

De orientación étnica: Periódicos de su país, panaderías especializadas, carnicerías musulmanas, restaurantes, tiendas de artesanía, terapias alternativas, fiestas, animación.

Empresas circuito: ocutorios, mensajería, envío de dinero.

Sólo para inmigrantes: Inmobiliarias de su propio país con oficina en España, asesoría jurídica, profesiones liberales.

Empresas generalistas:  Bares, supermercados, informática.