La Unión de Pequeños Agricultores y Ganaderos de Andalucía (UPA-A) ha defendido este martes el mantenimiento del análisis organoléptico, a través de catas, como mecanismo junto al análisis químico para "garantizar la autenticidad" y la calidad del aceite de oliva, especialmente del virgen y virgen extra, y ello frente a una "propuesta que pretende modificar las normas de control de calidad" de dicho producto que procede de Infaoliva, Asoliva, Anierac y la Confederación Agroalimentaria de Cooperativas de España.

Así lo ha expuesto este martes en rueda de prensa en Jaén el secretario general de UPA-A, Agustín Rodríguez, quien ha trasladado la "preocupación" de la organización a la que representa por la "forma" y el "fondo" de la propuesta en cuestión, así como por el "momento" en el que se plantea.

Según ha incidido el máximo representante de UPA-A, el planteamiento que defienden las entidades que promueven la referida propuesta supone "debilitar los cimientos de la garantía de calidad" del aceite de oliva como producto, especialmente de los de categoría virgen y virgen extra, porque "pretende bajar los parámetros químicos y dejar al lado los parámetros organolépticos" en el control de la calidad del aceite.

Esa idea va "en dirección contraria" de lo que se promueve actualmente por parte de las administraciones comunitaria, estatal y autonómica, que pasa por más calidad y control para el aceite, según Rodríguez, que ha recordado "la importancia y el peso del cultivo del olivar y del aceite de oliva" en España, y en esa línea se sitúa UPA-A, que "desde hace algunos años" viene reclamando "reforzar los mecanismos de control de calidad para garantizar la autenticidad del producto que va en el envase".

El representante de UPA-A ha cuestionado el encaje jurídico que pueda tener dicha propuesta, porque "la legislación en materia de aceite de oliva virgen extra" establece actualmente que "hay que cumplir" parámetros químicos y organolépticos para controlar la calidad del producto, por lo que prescindir de los segundos resultaría, en su opinión, "un despropósito que no se ajusta a ninguna lógica".

Incidencia en el consumidor

Desde UPA-A se cree que dicha propuesta "obedece a una situación desesperada de los que se dedican a la marca blanca", desde la que se aplica una "banalización" del producto con la "venta a pérdidas" desde el sector de la distribución, y con ella se podrían arrojar "dudas y desconfianza" en el consumidor final del aceite.

De esta manera, la organización agraria defiende "reformar" los paneles de cata "si no tienen la suficientes garantías" y con el fin de "hacerlos mucho más exigentes", pero no prescindir de ellos "mientras no haya un método que pueda de alguna forma cumplir los objetivos" de esos análisis, que permiten valorar elementos como el olor, el sabor o el aroma del aceite de oliva, factores que precisamente permiten definir un virgen o virgen extra, y que no se pueden captar con los análisis químicos, según ha remachado Agustín Rodríguez.

El secretario general de UPA-A ha anunciado además que el próximo lunes participará en una reunión en el Ministerio de Agricultura en la que la organización va a defender su planteamiento de "reforzar todos los mecanismos de control de calidad para garantizar la autenticidad del producto", para lo que reclama además la "implicación" de las comunidades autónomas. En esa línea, ha insistido en que eliminar el análisis organoléptico provoca que no se pueda "garantizar la autenticidad de un virgen extra".

El secretario general de UPA-A ha concluido apuntando que la intención de los promotores de esta propuesta es "llevarla a Bruselas y al Comité Oleícola Internacional (COI)", y ha reiterado su "preocupación" porque quienes defienden este planteamiento constituyen "un 'lobby' muy poderoso que es capaz de influir en el legislador", motivo por el que desde la organización agraria se reclama una "respuesta contundente" tanto desde el Ministerio como desde la Administración autonómica dada "la importancia del sector" del aceite de oliva.