Benicio del Toro: "Para mí ya es increíble ser el único tipo de mi barrio en llegar a Hollywood"

El actor Benicio del Toro.
El actor Benicio del Toro.
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El actor Benicio del Toro.

Si hay algo que aparenta ser Benicio del Toro es un tipo relajado. Y no solo por la cadencia de sus palabras en su pausado discurso. Lleva unos días disfrutando de Zúrich (Suiza) en plena gira por Europa, tras meses recogiendo premios a toda una carrera, como el Donostia del pasado Festival de Cine de San Sebastián. Y eso que todavía no ha cumplido los 48 años.

Como no podía ser de otra forma, se toma con calma el prematuro homenaje a su trayectoria profesional. Dice que para que los sueños se cumplan, primero hay que tenerlos, y que, además, son buen alimento para un actor cuando se enfrenta a sus personajes. También recuerda que cuando uno empieza en una profesión como la suya hay muchos castings y, por tanto, muchos rechazos a los que hacer frente.

Con la cuota de noes bien cubierta, desde hace tiempo disfruta de lo que su carrera le ofrece. Andrea Di Stefano, uno de los directores con los que ha trabajado recientemente en Pablo Escobar: paraíso perdido, lo coloca en la estela de Marlon Brando, Montgomery Clift, Robert De Niro y Al Pacino como su único sucesor posible. No deja de ser curioso que muchos de los personajes que ha interpretado en la pantalla hayan sido criminales, cuando sus padres, abuelos y tíos han ejercido la profesión de abogados. Él se atrevió a romper la tradición cuando a los 9 años se mudó junto a su familia a Pennsylvania, tras la muerte de su madre. A pesar de que muchos de esos personajes han estado relacionados con las drogas, para él el mayor colocón fue la experiencia de estar nominado al Oscar, por su trabajo en Traffic, de Steven Soderbergh. Y mucho más, ganarlo, recuerda casi 15 años después de esa triunfal noche.

Junto al cineasta estadounidense llegó, años después, el papel que más le exigiría, según sus palabras, y uno de los que más gratificaciones le devolvió. Fue el del revolucionario Ernesto Che Guevara en un doble biopic con el que ganó otro gran premio de primera categoría, el de mejor interpretación masculina del Festival de Cine de Cannes de 2008.

Sus próximos estrenos

En estos momentos se asoma a las pantallas de cine españolas con Puro vicio (Inherent Vice), el nuevo proyecto cinematográfico del muchas veces inclasificable Paul Thomas Anderson. Y, en breve, da el salto al cine patrio con la película de Fernando León de Aranoa Un día perfecto, junto a Tim Robbins y Olga Kurylenko, aunque haya sido rodada en inglés. En la primera, Del Toro se adentra en una trama policiaca regada de alucinógenos y ambientada en Los Ángeles de la década de los setenta. En la segunda, encarna a un cooperante en zona de conflicto bélico con una misión por cumplir que se desarrolla en tono de comedia negra.

En el horizonte tiene colaboraciones con otros nombres consagrados, como Terrence Malick, Harmony Korine (The Trap) y Denis Vileneuve (Sicario). Pero Del Toro quiso hacer un hueco en su agenda a León de Aranoa porque el actor de origen puertorriqueño se reconoce seguidor y admirador del cine español y se sintió atraído por la historia y el reparto que se traía entre manos. Recientemente se ha anunciado que el protagonista de Snatch. Cerdos y diamantes encarnará al conquistador español Hernán Cortés en una serie de televisión de Martin Scorsese para la prestigiosa cadena estadounidense HBO. Con este proyecto, en el que también actúa como productor, suma a su filmografía otra importante figura del pasado de Latinoamérica.

Pablo Escobar, Ernesto Che Guevara y, en breve, Hernán Cortés. Se puede decir que ha puesto rostro a la historia de todo un continente. Ya solo le queda encarnar a Maradona.

¡Pues lo clavaría! (ríe) No es que sienta presión ante tanto personaje histórico, pero sí bastante responsabilidad para intentar contar cierta verdad en mis películas. No se trata de hacer un tratado histórico, para eso están los documentales, pero tampoco de inventar la realidad. Siento un compromiso con toda una comunidad. Lo que sí me estimula es poder mostrar datos más humanos, cosas que los libros o los medios de la época no detallaban. Ya se sabe que en el caso de alguno de estos personajes más valíaque hablaran bien de ellos mientras estaban vivos…

¿Es algo premeditado en su carrera?

No es premeditado. No lo he buscado, pero siempre me he alegrado de que así fuera. Como puertorriqueño criado en Estados Unidos me siento orgulloso de haber contribuido a que proyectos de este tipo salieran adelante en la industria de Hollywood. Soy consciente de que el haber dicho sí a algunos de ellos ha ayudado a los productores a encontrar financiación. Ahí es donde viene la responsabilidad, en buscar que se muestre a un público tan amplio algo sobre mi cultura que sea real y honesto. Incluso cuando he interpretado al malo de la película he intentado que hubiera cierto contexto para que no se cayera en el tópico.

De todas formas, no es lo mismo interpretar a un colombiano, a un español, a un argentino o a un puertorriqueño.

Sí, pero no solo es una cuestión de acentos. Cada personaje tiene un vocabulario específico, porque son circunstancias muy distintas. Así que, en definitiva, la situación no es más complicada que la de interpretar en inglés a un personaje de cómic o a un policía. Además, al final se trata de encarnar a seres humanos. Ir a la esencia es lo más importante para llegar al espectador.

Es que han sido unas cuantas biografías las que lleva a las espaldas. ¿Se enfrenta a los personajes reales de un modo distinto a lo que lo hace con los ficticios?

Es cierto que ya son unos cuantos en mi carrera. Cuando me enfrento a un personaje real no cambia mi actitud a la hora de interpretarlo. Soy un actor que me baso mucho en el guion y es el texto el que me hace adoptar cierta actitud entre un papel u otro. La única diferencia es que hago cierta investigación histórica para prepararlo. Luego te encuentras con distintas versiones de los historiadores ante un mismo hecho, así que al final tomas lo que crees que más le conviene a tu propia composición del personaje en el que es tu proyecto.

¿Recuerda algún caso concreto?

Por ejemplo, cuando interpreté a Pablo Escobar leí que el tipo llevaba un pequeño bloc de papel donde anotaba ciertos nombres. Cuando llegó el momento de rodar una escena con mi amigo Josh Hutcherson decidí que era una buena idea meter ese gesto, porque le pegaba al Escobar que estábamos mostrando, en el contexto de nuestra historia concreta. Como no tenía una libreta cerca, porque fue una idea completamente improvisada, decidí escribir en mi propia mano y así quedó finalmente en la película.

Pasaron muchos años desde que se intentó llevar la vida del narcotraficante colombiano Pablo Escobar al cine con usted como estrella principal hasta que finalmente se logró.

Sé que hubo otros proyectos en marcha para llevar su vida a la pantalla. Hablé brevemente sobre uno de ellos con Oliver Stone hace unos años, mientras trabajábamos en Salvajes, pero yo solo me involucré en el de Andrea Di Stefano. Es el único del que me llegó el guion y del que pude opinar.

¿Cómo fue el momento en que decidió convertirse en actor?

Nací en Puerto Rico, aunque ya en la infancia fui a vivir con mi familia a Estados Unidos. Allí habían sido todos ellos abogados. Todos. Hasta mis primos también lo son. Pero el cambio de país, entre otras cosas, me ayudó a no tener que seguir la tradición familiar, que es lo que en realidad se esperaba de mí. Yo me sentía más estimulado con la fotografía, la música y el arte, así que terminar haciendo películas fue un proceso natural desde que comencé la universidad. Pero me matriculé en Comercio. Luego fui a Los Ángeles a formarme como actor.

<p>Benicio del Toro</p>

¿Qué balance hace desde que debutó en la interpretación hace casi tres décadas?
He logrado conocerme más a mí mismo. Llevo ya bastante tiempo en este negocio y creo que cada vez tengo más claro lo que debo hacer y lo que no debo hacer para que el personaje mejore. También dónde están mis límites. Siempre me queda la sensación de que puedo hacerlo mejor, pero también sé que he dado lo que he podido en ese momento. Y esa experiencia acumulada hace que mi relación con los directores mejore. Ahora soy capaz de llegar a lo que me piden saltándome algún que otro paso que considero innecesario. Ellos me dan libertad y obtienen el resultado que buscan.

También ha llegado a cantar en varias de sus películas con resultados aceptables. ¿Ha educado la voz?
Gracias. Aprecio el halago. Nunca he entrenado mi voz ni he dado clases, pero ya que no sé bailar, algo tenía que hacer bien. Soy latino, de Puerto Rico, y debo de ser uno de los pocos de allá que no sabe bailar. Puedo dar un par de pasos de manera digna, pero no mucho más. Dar vueltas sobre mí mismo o llevar el ritmo junto a otra persona… No me lo pidas. Amo la música y no canto a menudo, pero se me da bien de manera natural. Como he dicho antes, no soy muy buen juez de lo que hago.

Hace unos meses recogió el premio a su carrera en el Festival de Cine de San Sebastián y, poco después, lo hizo en La Habana. ¿Cómo se siente al recibir un galardón de ese tipo a tan temprana edad?

Es un completo honor y es muy agradable que te ocurra, no importa cuándo. A lo largo de mi carrera me he centrado en trabajar, en seguir haciendo películas. Soy consciente de lo difícil que es mantenerse en esta profesión, tener proyectos, así que más aún que encima te consideren para entrar en la lista de premiados entre gente tan importante. Para mí ya es increíble ser el único tipo de mi barrio que haya conseguido estar en el cine, haciendo películas y viajando por el mundo hablando de ellas.

También es especialista en villanos. ¿Qué le ven en la cara para que le den este tipo de personajes tan a menudo?

Quizá sean mis ojos, creo que es lo que realmente les llama la atención. Por fortuna, en mi día a día a la gente le parezco un buen tipo y no se asustan de lo que ven en pantalla. No es motivo para enfadarse que en la industria me vean así, desde luego. De hecho me resulta de lo más atractivo. Algunos de mis actores favoritos de todos los tiempos interpretaban al malo de la película o, al menos, al tipo duro. Desde Humphrey Bogart hasta Al Pacino. Mi personaje de mafioso en Sospechosos habituales estaba inspirado en otro de ellos, el de Dustin Hoffman en Dick Tracy.

"Me gustan los tipos con determinación"

¿Qué hace que un hombre sea un tipo duro?

No sé exactamente lo que hace que un hombre sea un tipo duro, pero al menos yo admiro a hombres que tienen una idea muy clara de lo que piensan y de lo que buscan. Y que persigan esas ideas con confianza en sí mismos. Más que tipos duros, lo que me gustan son los tipos con determinación.

Está en un momento muy bueno de su carrera, con inminentes trabajos con Terrence Malick y Paul Thomas Anderson.

A Paul Thomas Anderson no lo conocía,a diferencia de Terrence Malick, al que conozco desde hace tiempo y del que soy amigo a pesar de la fama de misterioso que tiene. Con Paul tenía la ventaja de que soy fan de la novela de Thomas Pynchon en la que se inspira la película, Inherent Vice. Aunque me costó encontrar el tono, porque es un texto complicado, casi como una película en sí mismo, con un ritmo muy rápido. Y lo que más me gusta es que, a pesar de la sinopsis de la historia, yointerpreto a un abogado. ¡No drogas esta vez! [ríe].

Luego ha hecho papeles menos intelectuales, como el personaje de Marvel de El Coleccionista, que ha interpretado en Los guardianes de la galaxia y en una escena sorpresa en la saga de Thor. ¿Volveremos a verle en ese rol? ¿Quizá con una franquicia propia?

¿Sabes qué? Disfruté enormemente mientras hacía este proyecto. Soy bastante seguidor de las películas basadas en cómics y, aunque no depende de mí, estaría completamente a favor de recuperar el personaje de un modo u otro. El proceso de trabajo en este tipo de blockbusters también es muy interesante. Y no suelo estar a menudo en proyectos que son número uno en taquilla, por no decir nunca. Así que también fue una gran experiencia en ese aspecto. No voy a negar que disfruto de todos los aspectos de esta industria. Al no conocer a El Coleccionista también tuve que hacer algo de investigación, igual que hago con los personajes reales.

Usted es un gran fan de la música, incluso un coleccionista. ¿Cuáles son sus grupos favoritos?

Soy tan coleccionista de música que aún sigo comprando CD. Debo de ser el único que lo hace. Soy muy fan de los Rolling Stones. Mis discos preferidos son los que no conoce nadie, los menos populares. Los he visto en concierto muchas veces. Una vez me encontré con Charlie Watts y me comporté como una groupie, saludándolo y diciéndole lo fan que soy de la banda. Pero también me gustan Los Lobos, Johnny Cash y los Smiths, juntos y por separado.

¿Hay algo más que coleccione?

También colecciono sombreros… y polvo en mi casa, porque no piso mucho por allí últimamente.

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