Una foto borrosa de Gonzalo Miró rodeando con un brazo los hombros de la cantante Malú, publicada este miércoles por Hola, ha devuelto a los titulares al hijo de Pilar Miró, un joven cuyas reapariciones en prensa suelen estar marcadas por el ritmo de su agenda sentimental.

Así ha sido desde que en 2003 vivió un romance "breve pero intenso" con la popular actriz Natalia Verbeke (la misma que se alejó de él disgustada, acusándole de que lo único que le interesaba era "estar en el candelero").

Luego se sumarían  su currículo amoroso otros nombres populares: los de Marta Torné (2004), Eugenia Martínez de Irujo (entre 2005 y 2009), Amaia Montero (de 2009 a 2011) o la exnovia de Iker Casillas Ana Isabel Medinabeitia (de 2011 a 2014). Entre medias, alguna rubia y alguna morena, especulan algunos medios.

Si la información de Hola se confirma, el joven de 33 años habría iniciado hace unas semanas una relación con Malú, una de las vocalistas más célebres del panorama musical español. Como pruebas, el afectuoso paseo en la noche madrileña que recoge la revista, así como su afirmación de que ambos pasaron el Día de San Valentín juntos.

La fama de donjuán precede a Miró, cuyas habilidades profesionales han quedado con frecuencia ensombrecidas por sus amoríos. Amante de los photocall, estudiante frustrado de las carreras de Periodismo e Imagen y Sonido (no terminó ninguna de ellas), aspirante después a cineasta, excolaborador de Cuatro, ganador de demandas contra Mediaset (que deberá pagarle una cantidad por especular sobre la identidad de su padre, que nunca se ha hecho pública), reciente modelo ocasional en Cibeles y actualmente, comentarista deportivo en 13TV, su trayectoria tanto laboral como amorosa contiene un sinfín de giros y piruetas.

"Nunca dejo de intentar encontrar el amor", explica a los medios, encogiéndose de hombros, cuando estos se interesan por las razones de alguna de sus rupturas. Además,  los periodos de soltería no son para "hacer drama",  añade, con una sonrisa, antes de señalar que siente debilidad por las mujeres "con carácter".

En cuanto a sus encantos de seducción, son muchos los foros digitales que tratan de discernirlos. Más que guapo, las internautas habitúan a coincidir en que es "atractivo" ("tiene un "no-sé-qué", dicen). En la memoria, tal vez, la noria de abdominales que mostró hace unos años en la portada de una revista y que aún asoma hoy en los robados veraniegos. O la sonrisa pícara y aniñada, sus numerosos contactos con personajes del arte y la política o su look de chico bien, un poco pijo, acentuado por los jerseys de pico y las gafas de sol colgadas al cuello (algunas veces, soliviantado por la rebeldía de un foulard o una cazadora de cuero).

Por ahora, ni Malú —alérgica a airear su vida íntima en los medios— ni el propio Miró han confirmado su noviazgo.