El consejero de Educación, Cultura y Deporte, Miguel Ángel Serna, ha inspeccionado junto a los técnicos de la Consejería el nuevo argayo aparecido frente al Monasterio de Santo Toribio de Liébana, que está provocando humedades en el coro que alberga el Lignum Crucis.

A la vista del desprendimiento sobrevenido de barro y árboles, la Consejería ha anunciado que acometerá con carácter de emergencia una primera fase consistente en la retirada y limpieza de la escombrera, así como de los árboles que amenazan desprenderse en las alturas del talud.

En una segunda fase se prevé instalar una triple malla que preserve la zona, al igual que hizo la Consejería hace dos años en la zona colindante "y de cuya fiabilidad nadie duda". En aquella ocasión hubo que retirar un centenar de camiones de tierra y piedras, en una obra presupuestada en 60.000 euros.

En la visita a las inmediaciones del monasterio de Santo Toribio, el consejero ha estado acompañado por el alcalde de Camaleño, Óscar Casares, el abad Juan Manuel Núñez; el arquitecto de la Consejería, José María Páez y la directora del Centro de Estudios Lebaniegos, Pilar Gómez.