La juerga del fin de semana deja cabinas rotas, orines...

Los contenedores de basura amanecen para el arrastre en el Carmen y la Cruz Cubierta. Los vecinos dicen que no pueden entrar en sus garajes ni dormir.
La Cruz se convierte en aparcamiento. (Paco Llopis).
La Cruz se convierte en aparcamiento. (Paco Llopis).
La Cruz se convierte en aparcamiento. (Paco Llopis).
Contenedores volcados en mitad de la calle, ríos de orines, papeleras y cabinas de teléfono reventadas y calles peatonales invadidas por los coches. Con este paisaje tienen que lidiar de jueves a domingo tanto los vecinos del barrio de la Cruz Cubierta como del Carmen.En la Cruz Cubierta, la situación es caótica. Por un lado, los vecinos de la calle peatonal Poeta Francisco Caballero Muñoz han mandado varios escritos al Ayuntamiento denunciando que de jueves a domingo es imposible descansar.

Los clientes de una conocida discoteca, según cuentan, aparcan sus coches en esa calle y taponan las entradas a los garajes.

«La Policía no actúa»

«Además, hacen botellón y ponen la música de sus vehículos a tope. No podemos descansar. Lo peor es que llamamos a la Policía Local y, aparte de que no suele venir, cuando acude, nos trata con desprecio y dice  que no pueden hacer nada». Las consecuencias del fin de semana: «Cabinas y papeleras rotas, coches abollados y mucha suciedad», aseguran.

Pero no es el único barrio con este problema. En el Carmen, cada domingo, amanecen varios cubos de basura volcados en calles como Dramaturgo Fausto Casajuana o en la calle Alta, según denuncia Amics del Carmen: «Somos los propios vecinos los que los volvemos a poner en su sitio cuando los vemos».

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La Cruz se convierte en aparcamiento

El monumento que da nombre al barrio de la Cruz Cubierta se ha convertido en la principal atracción de los jóvenes que acuden a la discoteca que hay justo enfrente. Los vecinos denuncian que meten coches y motos y trepan por ella. Además, lleva seis meses rota por un coche que se empotró. Los vecinos avisaron de su rotura hace dos, pero no la han reparado.

Nueva terraza, ¿nueva zona caliente?

Los noctámbulos cuentan desde el pasado viernes, y previo pago de una entrada que incluye consumición, con una nueva zona de ocio en Valencia: la terraza de l’Umbracle. Tiene capacidad para unas 2.500 personas y un diseño similar al de los locales de copas más ‘in’ del puerto: butacas muy estilosas, pero en las que las posaderas no aguantan demasiadas horas de charla, pseudocamas para acortar distancias con una nueva conquista... y música. Ésta, al menos en el fin de semana del estreno, no ha desvelado a los vecinos de la Ciudad de las Artes y las Ciencias, según han contado a 20 minutos.

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