La Audiencia de Girona ha condenado a 41 años de cárcel al monitor de Lloret de Mar (Girona) que confesó haber abusado sexualmente de 17 menores de edad —de cuatro a nueve años— entre 2011 y 2012, y de haber hecho una felación a uno de los niños y haberla grabado en vídeo.

Según recoge la sentencia de la sección tercera de la Audiencia de Girona, a la que ha tenido acceso Europa Press, Josep C.E. es autor de 17 delitos de abuso sexual —algunos de forma continuada— y de dos delitos de tenencia y elaboración de pornografía infantil.

Los abusos sucedieron entre 2011 y 2012 cuando el procesado organizaba, contratado por el Ayuntamiento, casales de verano e invierno en dos colegios de Lloret de Mar e impartía clases extraescolares de guitarra en un colegio del municipio.

Para determinar la pena, la magistrada ha aplicado los atenuantes de confesión —ya que admitió los abusos— y otro de anomalía o alteración física, aunque el abogado de la acusación particular que representa a las familias manifestó durante el juicio que la confesión "llegaba tarde" y pedía una condena de más de 70 años de cárcel.

Alegando un atenuante muy cualificado de confesión y una alteración psíquica, la defensa pedía que se condenara a Josep C.E. a 24 años de cárcel, no obstante, la sentencia concluye que cumpla un máximo de 16 años y medio en la cárcel.

La sala ha considerado que Josep C.E. abusó de los menores "valiéndose de su condición de monitor guiado por el ánimo de satisfacer sus deseos libidinosos" y ha destacado que lo hizo aprovechando momentos en que los niños estaban lejos de sus padres.

"En varias ocasiones llevó a los menores en habitaciones donde no había nadie y les hizo tocamientos en el pene", recoge la sentencia.

Sobre los delitos de tenencia y elaboración de pornografía infantil, la sentencia recoge que, en los registros en casa del procesado, los Mossos d'Esquadra encontraron material pornográfico e incluso el vídeo que él mismo grabó mientras un menor le hacía una felación.

La resolución también le obliga a indemnizar a los menores con más de 100.000 euros y le prohíbe acercarse a menos de 500 metros de ellos durante diez años cuando acabe la condena.

Libertad vigilada

Asimismo, la Audiencia de Girona ha fijado libertad vigilada durante diez años por "la dificultad que presenta la rehabilitación de los delincuentes sexuales y para evitar riesgo de reiteración", y le prohíbe trabajar con menores durante seis años.

La sentencia no es firme y se puede recurrir ante el Tribunal Supremo en un período de cinco días.