El plan urbanístico del Centro Recreativo y Turístico (CRT) de Vila-seca y Salou, donde se prevé ubicar el macrocomplejo BCN World, aumentará la edificabilidad residencial hasta superar los 500.000 metros cuadrados, aunque orientada a usos turísticos, ha explicado este martes el conseller de Economía de la Generalitat, Andreu Mas-Colell.

En un encuentro este martes en Tarragona con agentes locales del ámbito institucional, económico y social, ha explicado el Plan Director Urbanístico (PDU) actualmente en tramitación y que prevé su aprobación para finales de julio.

La planificación de 2006 preveía que en la zona sur del CRT, por debajo de donde se contempla la construcción de los complejos hoteleros que incluirán casinos, se podían construir 386.000 metros cuadrados de suelo residencial, que se encuentra urbanizado desde hace años con alcantarillado y mobiliario urbano, pero sin desarrollar.

Ahora, el Govern quiere "flexibilizar" esta planificación y que el suelo estrictamente residencial sea de 283.573 metros cuadrados, más otros 218.468 metros cuadrados de suelo residencial turístico, es decir, que se pueda dedicar a hoteles o apartamentos.

Y es que el Govern prevé que haya hasta seis casinos en el área, y que ésta sea referente turístico internacional; ahora está tramitándose un concurso de licencias de resort con casino con cuatro candidatos, por lo que en el futuro podría haber otro concurso para dos operadores más, así como que se interesasen por el entorno otros operadores turísticos, según el Govern.

"Queremos que en la parte sur también haya un componente turístico en el futuro", aunque de momento no hay nada previsto, ha explicado Mas-Colell en declaraciones a la prensa tras la reunión explicativa de la tramitación del CRT.

Respecto a la altura máxima que podrán alcanzar los edificios del CRT, se ha tomado como referencia la montaña rusa Shambhala del vecino parque de atracciones Port Aventura, lo que equivale a unas 25 plantas.

Después de que Veremonte se haya retirado como operador global del complejo de turismo y ocio —se mantiene como socio en dos ofertas de resort, con Melco y Hard Rock— y que la Generalitat haya asumido la opción de compra sobre los terrenos donde se ubicarán los casinos, también debe decidirse el nombre comercial del macroproyecto.

El conseller ha afirmado que la denominación definitiva se decidirá con los operadores que conformen finalmente el complejo, cada uno de los cuales invertirá un mínimo de 300 millones de euros, ha recordado, de forma que el nombre sea el que pueda "ayudar más al proyecto".