Para paliar el colapso de autobuses turísticos en Sagrada Família, Park Güell y la Catedral, reclamaron ayer una policía turística que regule desde el comportamiento cívico de los visitantes hasta los autocares discrecionales que incumplan las normas de estacionamiento.

Ya hay otros ejemplos

"No inventamos nada", asegura Juan Antonio Legua, del SLT, que pide al Ajuntament que se fijen en París, Florencia o Montecarlo, donde "la circulación de autocares está restringida" en el núcleo urbano. "A cambio hay aparcamentos de pago".

Zonas como la Mar Bella, Glòries o al pie de Montjuïc podrían ser utilizados como estacionamiento en zona azul de autocares «para evitar el colapso de estos vehículos en la ciudad».Todo ello «generaría unos ingresos» que podrían destinarse a crear un cuerpo policial o inspector y establecer transporte lanzadera hasta zonas turísticas.

Reclaman imponer el pago para acceder al Park Güell, lo que evitaría "actos vandálicos" que afean "el patrimonio", asegura Sandra Benzal. Se habilitarían tarjetas para garantizar el paso de vecinos.

45 minutos del Port a la Catedral

Sólo tres cruceros turísticos llenan 72 autocares de 50 personas, que en hora punta se dan cita todos en la Sagrada Família. El traslado de estos turistas, que "suelen tener un alto poder adquisitivo", hasta la plaza de la Catedral "puede llegar a durar 45 minutos".

Este es un ejemplo de la problemática que afecta a los vecinos del Eixample i el Gòtic. En Barcelona, según los transportistas, sólo hay 50 plazas para estacionar un autocar turístico "la mayor, de 20 plazas, está en Montjuïc y es privada", el resto son pequeñas o de estancia limitada.