Fomento pide a aerolíneas y navieras que bajen tarifas pero no lo hace con las líneas de tren

  • Este jueves está convocado un encuentro entre el Ministerio de Fomento y las principales compañías y patronales navieras y aeronáuticas.
  • El Gobierno las invitará a repercutir el abaratamiento de los carburantes en sus precios finales, algo que estudian proponer también a las concesionarias.
  • Para las líneas aéreas, el coste de los combustibles oscila entre el 30% y el 40% del gasto total y por eso contratan seguros plurianuales para protegerse.
  • El Ejecutivo no se plantea extenderlo a empresas públicas como Renfe, pese a que los trenes se mueven en un 25% con diésel. Cercanías, un 1,85% más caro.
Aeropuerto de Barajas.
Aeropuerto de Barajas.
JORGE PARÍS
Aeropuerto de Barajas.

El Ministerio de Fomento se reunirá este jueves 22 de enero con las empresas aeronáuticas y navieras españolas (y sus asociaciones sectoriales) con el fin de emplazarlas a repercutir con bajadas de tarifas las caídas en el precio de los carburantes. Estas reuniones, a las que asistirá entre otros el secretario de Estado de Infraestructuras, Julio Gómez Pomar, se han recibido con frialdad por parte de las compañías afectadas.

Los sectores aeronáutico y naviero se han mostrado dispuestos a escuchar los argumentos del Gobierno, si bien ya han dejado entrever que no tienen margen para realizar ajustes a la baja ni están por la labor de reducir precios de forma concertada, ya que según explican esto les supondría convertirse en un cártel, y por lo tanto podrían ser sancionados por las autoridades de Competencia.

"Queremos dejar claro que no se puede pedir una posición común a las compañías para pactar precios, aunque sea a la baja, porque se nos consideraría un cartel y nos sancionarían las autoridades de la Competencia", explica Tina Guillén, portavoz de Aceta (Asociación de Compañías Españolas de Transporte Aéreo). Tal como sostiene, España es un país de libre mercado, donde los precios los fija éste, "y nosotros creemos que el mercado es un gran regulador", añade.

De forma similar se expresan desde el sector naviero a preguntas de este diario: "Los precios se fijan en libertad de mercado, y no se debería ni plantear un acuerdo de precios. Esto se debe mantener dentro de la libre competencia", resaltan. Y es que si no se han reducido los precios es porque existen rigideces que las impiden, aseguran. En el caso de las aerolíneas, por ejemplo, desde Aceta indican que el precio del combustible es uno de los costes más importantes —entre un 30% y un 40% del total— por lo que para protegerse de posibles subidas se contratan seguros o productos financieros como los futuros, que "protege de las oscilaciones del precio".

"No es tanto"

El presidente de Iberia, Luis Gallego, ha dejado claro este jueves que "no es tanto" la reducción de tarifas que se podría trasladar a los clientes por las rebajas de precios del crudo, debido entre otras cosas a las políticas de protección de cada compañía y a la relación entre el dólar (moneda de compra del petróleo) y el euro. La moneda europea lleva una escalada de depreciación frente al dólar, lo que ha supuesto un encarecimiento en términos reales del barril para los consumidores y empresas comunitarias.

Tal como explicí el presidente de Iberia, cada compañía aérea elige un sistema para protegerse ante posibles subidas del precio del crudo. Pueden ser a uno o varios años, lo que implica que el carburante que ahora se consuma está pagado ya hace tiempo con un precio fijo, antes de que se produjeran las caídas registradas desde julio de 2014. En una línea similar se ha expresado el presidente de Globalia (Air Europa), Juan José Hidalgo, que ha asegurado este jueves que no prevé revisiones de precios a la baja ya que se han aplicado ya "rebajas vertiginosas".

¿Y el transporte público?

El Ministerio de Fomento no se ha definido aún sobre la oportunidad de emplazar también a las empresas estatales de transporte a repercutir también en sus tarifas las bajadas en el precio de los carburantes. En el caso, por ejemplo, de las empresas públicas ferroviarias Renfe y Feve, el Gobierno aprobó a finales de año una subida para 2015 del 1,85% para los trayectos de Cercanías y los de media distancia (no para el AVE). A pesar de que, como señalan fuentes oficiales, es el menor incremento aprobado desde 2007, supone mantener un criterio contrario al que pretenden sugerir a las compañías privadas.

Desde Fomento explican que no es posible aplicar una rebaja general en las tarifas ya que la energía que mueve los trenes "no depende del petróleo, sino de la electricidad. No es lo que señalan los propios documentos internos de Renfe. En el informe anual correspondiente a 2013 (último disponible), por ejemplo, se constata que un 26% de la energía de tracción requerida por los trenes procede de derivados del petróleo (diésel).

Solo en 2013 la operadora ferroviaria gastó más de 53 millones de euros en diesel (para unos 80 millones de litros). Actualmente, y tal y como refleja la propia web de Renfe, disponen de motores diesel algunos trenes de la línea Madrid-Galicia (la serie Alvia 730), 49 unidades de Feve en el norte de España y buena parte de los vehículos de las líneas de media distancia (series 448, 592, 594, 598 y 599)

"De todas formas, la política de precios en Renfe ha sido muy agresiva, con promociones y bajadas de precios de hasta el 70%", aseguran. Lo que no descartan, sin embargo, es una futura reunión con los colectivos de entidades de líneas de transporte concesionarias con el objetivo de conminarlas a repercutir las bajadas de los carburantes en los precios de los billetes.

Los consumidores critican que no se rebajen precios

Las principales asociaciones de consumidores critican que las compañías de transportes se estén beneficiando de caídas en los costes asociados a los carburantes y que éstas no las estén repercutiendo en beneficio de los usuarios. Desde la OCU, por ello, aplauden que el Gobierno pida a las compañías que bajen precios: "No hay previsión de repunte [en el crudo] por tanto lo lógico es que la compañía aérea repercuta esa rebaja en el precio final del consumidor", señala Ileana Izverniceau, portavoz de esta organización.

Más duro se muestra Rubén Sánchez, portavoz de Facua, quien reclama una investigación por parte del Ejecutivo para aclarar por qué no se están registrando caídas de los precios en los tranportes aéreo y naval. "Para nosotros puede haberse producido un pacto de no agresión entre las compañías para congelar los precios de forma consensuada y que no bajen, pero eso lo debería constatar la Comisión Nacional del Mercado de Valores (CNMV)", concluye.

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