El presidente de la Conferencia Episcopal Española y arzobispo de Valladolid, Ricardo Blázquez, ha apelado este lunes a las palabras del Papa Juan Pablo II cuando en su viaje a Cuba habló de abrir ese país al mundo y el mundo a ese país.

De este modo se ha pronunciado Blázquez a preguntas de los periodistas este lunes tras conocerse el acercamiento de relaciones entre Estados Unidos y Cuba donde ha sido determinante la mediación del Papa Francisco.

En declaraciones recogidas por Europa Press, el presidente de la CEE ha reconocido que le alegra mucho este nuevo paso así como la mediación del Santo Padre y ha aprovechado la ocasión para recordar la visita de Juan Pablo II en su visita pontifical a Cuba ya que, si no premonitoria, sí fueron una "intuición" por su "gran carga de humanidad".

Blázquez ha compartido con Juan Pablo II la importancia de la comunicación de unos pueblos con otros para hacer una historia conjunta por lo que ha destacado el importante acercamiento de posiciones que se ha ido fraguando "poco a poco".

El arzobispo de Valladolid ha recordado a este respecto que tuvo la oportunidad de visitar la isla cubana en 1987 donde, según ha reconocido, se sintió "un poco encogido" por lo que ha insistido en la alegría que supone ahora que el mundo pueda ser "patria de todos".

Ricardo Blázquez ha realizado estas declaraciones en su visita este lunes a los ancianos atendidos en el centro Asistencial Doctor Villacián de Valladolid donde ha aprovechado la proximidad de las celebraciones navideñas para "estrechar lazos" con las personas mayores y para acompañar y expresar su gratitud a una generación "a la que debemos tanto".

En este sentido, se ha hecho eco de la forma en la que Jesús se acercó a los enfermos a los que hizo partícipes de la gracia de la salvación. "Las dificultades y las enfermedades las tenemos todos", ha reconocido al mismo tiempo que ha apelado a la fe cristiana.

"Espero todo lo mejor de 2015", ha augurado el presidente de la CEE quien, en un mensaje de esperanza en el nuevo año, ha abogado por reflexionar sobre la fugacidad de la vida que supone el paso de 2014 a 2015 y que ha de ser motivo de agradecimiento a Dios. "No tenemos aquí morada permanente", ha advertido, quien ha pedido hacer el bien porque no hay una segunda vida de repuesto.