La carrera de las compras navideñas entra en su recta final. A dos días de la cena de Nochebuena, los mercados tradicionales de Madrid se esfuerzan por atraer clientes sin entrar en una guerra de precios con las grandes superficies. "Aquí, el que viene ya  sabe que paga un poco más, pero que va a quedar satisfecho", explican desde la pescadería más popular del mercado municipal de Chamartín.

La carne  registra importantes variaciones en función del establecimiento (ver tabla). El cordero y el cochinillo se encarecen en el comercio de proximidad (hasta un 42,4%) y bajan en los 'híper'(entre el -4,1% y el -20,2%). El lechal se ha convertido en el producto estrella. Su coste final  casi se ha duplicado respecto a 2013, cuando su abundacia hizo que el precio no subiese de los 10,80€ (hoy llega a 19,80€).

La novedad en este sector es que cada vez más familias compran carnes previamente tratadas. "Un costillar de lechal relleno sale por 39,90€ el kilo. El secreto ibérico, por 20,90€ el kilo. La gente prefiere pagar un poco más y tener un producto natural listo para meter en el horno", detalla un carnicero del mercado de Chamartín.

Los productos que más se han encarecido en los puestos de abastos durante las tres últimas semanas son los pescados y mariscos populares en estas fechas. El kilo de rodaballo, por ejemplo, subía hasta el pasado viernes un 45,1% (29,00€). El besugo alcanzaba los 45€ (+32,3%), mientras que la dorada y la lubina salvajes comenzaban a llegar a los mostradores a 23€ y 33€ respectivamente.

Junto a estos ha comenzado a venderse la urta, un pescado de roca muy codiciado en el sur de España que ha pasado de 19,90€ a 23€ el kilo (+15,5%).

En los supermercados e hipermercados, la tendencia es la contraria.

Cigalas, langostinos y rodaballo bajan hasta un 23% "porque se lo pueden permitir y compensarlo en otros productos", según los comerciantes. "Además, una cosa es comprar marisco fresco de origen nacional y, otra distinta, adquirirlo fuera al por mayor o venderlo cocido", insisten. En otros casos, los supermercados de barrio evitan ofrecer al cliente productos como el besugo o las almejas, dado no pueden ser tan competitivos como los grandes ni ofrecer la calidad de los mercados.

Las aves son el componente de la cesta más estable. Pulardas, pavitas y pollo de corral han conservado los 6,90€ el kilo con los que comenzaron el mes de diciembre.

La Confederación de Consumidores y Usuarios (CECU) calcula que las familias madrileñas gastarán este año una media de 680€ en las compras navideñas y de Reyes, de los que 182€ se irán en comida, 68€ en lotería, 113€ en juguetes,  112€ en otros regalos, 83€ en restaurantes, 90€ en ocio y tiempo libre y 32€ en gastos adicionales.

"No vemos recuperación. Es el mismo dinero que el año pasado. Hemos hecho 500 encuestas y todos nos dicen que siguen mirando mucho el bolsillo porque no hay trabajo estable", asegura Antonio López, portavoz.

"En Navidad no nos privamos de nada"

Los puestos del mercado de Chamartín comenzaron a bullir de clientes durante la semana pasada. Entre ellos estaban Laura e Ignacio, una pareja de Málaga afincada en Madrid desde hace ocho años que envidia los productos que llegan hasta los puestos de la capital: "Se nota la diferencia. En nuestra tierra hay mucho pescado pequeño, pero aquí siempre hay el mejor género, la mejor carne, las mejores verduras...". En Navidad volverán a casa, pero ya preparan la cena de Nochevieja.

"No nos privamos de nada. Ahorramos durante el resto del año, pero en estas fechas nos damos los caprichos", afirma ella. El menú aún no está decidido. "El marisco y el pescado suben ahora, como es normal. Vamos a ver qué nos entra por los ojos. Si quieres calidad, hay que pagarla, por eso venimos al mercado", sostiene Ignacio.

"En casa nunca falta la fuente de langostinos"

"Yo creo que los precios no han subido mucho en las últimas semanas. Busco lubina o dorada, pero de piscifactoría, porque el pescado salvaje es mucho más caro", dice María, ama de casa.

"La gente pide menos pavo y más pularda"

"El pavo se vende menos porque la gente dice que está seco. Ahora quieren pularda. Lo que más ha subido son las perdices, porque hay escasez", apunta Paco, pollero.