La autora donostiarra Dolores Redondo presenta este martes en Sevilla 'Ofrenda a la tormenta' (Destino), libro con el que finaliza la Trilogía del Baztán —tras 'El guardián invisible' y 'Legado en los huesos'—, y con el que se resuelven todas los misterios generados alrededor de la inspectora Amaia Salazar.

En un encuentro con los medios en la capital andaluza, la autora ha afirmado que el cierre de esta trilogía supone una "satisfacción" y un cierre total de la trilogía, no así de los personajes. En este sentido, explica que mientras escribía esta novela se iban abriendo muchas galerías que le gustaría seguir, de modo que "me las reservo para volver más adelante con Amaia Salazar", afirma.

En esta entrega —tras 32 reediciones y más de 30.000 lectores—, la muerte súbita de una niña en Elizondo levanta las sospechas de la policía al presentar el bebé unas marcas rojizas en el rostro que indican que ha habido presión, algo que la abuela de la niña atribuye al demonio —de la mitología popular—, que inmoviliza a los durmientes, Inguma.

Sobre cómo recuerda a aquella Dolores Redondo que comenzó esta trilogía, la escritora confiesa que "sigue siendo la misma, pidiendo permiso y muy consciente de que esto es un viaje en la montaña rusa en el que tienes que agarrarte muy fuerte y disfrutar mientras dura". "Todo ha ido rápido, lo ha precipitado el lector y era algo en lo que yo no podía mandar ni gobernar", matiza.

En este sentido, la autora cree que la clave de esta buena acogida tiene mucho que ver con "su propio interés inicial de no hacer una novela policíaca sin más donde hubiese un crimen y su resolución, sino en ese interés que tenía en las razones que mueven a las personas, sus emociones, sus sentimientos, su pasado, su otra vida privada que puede ser muy diferente de su vida pública". "Sin duda la protagonista muestra esas dos caras, por un lado fuerza y otro fragilidad, en la que todos nos podemos reconocer".

"con las emociones tienes que ser auténtico"

La autora, quien desde el primer libro se planteó esta novela como una trilogía, reconoce que en todo este tiempo no ha cambiado la manera en que se tenía planteada esta historia. Pero, especifica que de las tres novelas ésta "es la más emocional" y "me ha costado alguna lágrima que otra". En este sentido, Redondo confiesa que "le ha costado mucho" la parte de las emociones, porque "construir una ficción es relativamente fácil, pero con las emociones tienes que ser auténtico, porque eso el lector lo reconoce".

Asimismo, Redondo reconoce que de Amaia Salazar "ha aprendido muchas cosas" en todo este tiempo, como "la tolerancia de algunas situaciones en las que nunca me voy a ver y puedo vivir a través de ella, y que quizás ni me había planteado cómo afrontar. La transgresión, el pasar a veces fronteras o tomar decisiones y afrontar las consecuencias". Y, por supuesto, de la parte policial "he aprendido muchísimo".

Por último, Redondo señala que su próximo proyecto literario es sobre otro tema que "tenía casi pensado a la vez que la trilogía y que lleva mucho tiempo viviendo dentro de mí". Mientras, la autora continúa con esta trilogía en la cabeza porque la novela se está publicando en otros países y además ha sido anunciado el rodaje de la primera parte, un guión en el que la autora no participará pero sí revisará.

"Hay que dejar que cada uno haga su parte; no sé nada de lenguaje cinematográfico y me parece complicadísimo", señala al respecto Redondo, que recuerda que de también existe una adaptación al cómic de 'El guardián invisible'. Además, "ayudaré al equipo a hacer una inmersión a Baztán".

Dolores Redondo se encontrará esta tarde con los lectores en la Biblioteca Pública Provincial Infanta Elena, a partir de las 19,30 horas, dentro del ciclo 'Letra capitales', del Centro Andaluz de las Letras (CAL). Por su parte, este miércoles estará en la sede del CAL en Málaga a partir de las 20,00 horas.