Esta es la historia de Gabriela, de 9 años. Su madre y su padre se separaron cuando era pequeña. Vivió un tiempo con cada uno de ellos hasta que la llevaron a un centro donde estuvo año y medio. Luego, Rosa, su madre actual, la acogió. Un día Gabriela conoció a Lucía, de 10 años, hija de Eva, compañera de trabajo de su madre. Las niñas se hicieron muy amigas. Tanto, que Gabriela le preguntó un día a Lucía si quería ser su hermana. Como para que esto ocurriera sus madres tenían que ser novias, Gabriela se lo preguntó a Eva y esta dijo que sí. "Cuando me dicen en el colegio que ¡qué asco tener dos mamás! les digo que me da igual, que estoy feliz como soy. Y que a palabras, necias oídos sordos".

Es solo un testimonio. Hubo más de menores de 7 a 10 años. Los compartieron el sábado en el VI Encuentro Andaluz de Familias LGTB, celebrado en el Parque del Alamillo de Sevilla y al que asistieron  adultos, niños, educadores, psicólogos... Son familias homoparentales. Había menores con dos mamás, dos papás, madres solteras...

"Quiero que mis hijas, Gabriela y Lucía, sepan que su familia, con dos madres, no es tan rara, ni tan única. Que hay otras como la suya", dice Eva.

Es el caso de las hermanas Julia y Lucía, de 11 años. "Mi familia, con dos papás, Manuel y Marcos, es como las demás. Todas tienen derechos y son iguales", dice Julia. Su hermana ha explicado en su colegio que sus padres se quieren mucho. "Un día un amigo me dijo que también quería tener dos padres para que se quisieran mucho", dice Lucía.

Diversidad Familiar y Educación ha sido el lema del encuentro. "Es imprescindible que se trabaje la diversidad familiar, de género y afectivo-sexual en los planes de estudio de la Junta. Detrás de la homofobia y discriminación hay mucho sufrimiento", dice Maribel Povedano, presidenta de DeFrente y organizadora del evento. "Este tema no puede tratarse en una charla puntual. Tiene que entrar en currículo de Educación", dice Rocío Pérez, otra madre. Eva cree que "la Junta tiene que tomar partido".