Vamos a romper récords: los Guinness, los olímpicos y hasta los de fitness. Varias de estas proezas son reales, adivinen... Récord en burbujeo gástrico bajo el agua. Récord en respiración contenida sin branquias. Récord en coleccionar conos de tráfico. En supervivencia a impactos de rayos. En submarinismo con pajita de plástico...

No existe una actividad humana menos útil (sí, la que están pensando, está en Internet,y empieza por ‘f’... No: ¡es Facebook!). Y sin embargo, nada nos produce mayor satisfacción. Buscamos la gloria cual espartano en pelota picada sobre el sagrado glaciar. Por batir, batimos hasta la batidora. España es por ello un país de marcas. Récord en selfies con políticos (ganó el pequeño Nicolás). Mayores mentiras por segundo exhalado (título político). Mayores corruptos en caída libre (título aún no inventado). Los lectores de el mensual de 20minutos no querían perderse esta aventura. El señor Guinness se rinde a sus pies. No confundir, por favor, con el borrachín de la cerveza negra.

"Dormir horas y horas. Tantas que no pudieran ponerse el sol ni la luna. Y volver a dormir. Como si dormir fuera una voluntad, más allá de una necesidad. O como si fuese una herramienta para huir de la realidad.Una competición que jodería sin duda a los insomnes…", nos escribe Álex, un dormilón fuera de serie. La siesta perpetua, un sueño dicen que patrio, apostólico, romano. "En horas de dormir", repite temática C. Kar-dasian. Si los pillara un japonés -esos que cuando van a la huelga trabajan todavía más- los iban a poner de cara al sol naciente...

"Me gustaría batir el récord visitando el máximo número de países en un solo día,pero para eso me vendría muy bien que ya se hubiera inventado un teletransportador, que si no, no me daría tiempo a nada. Tendré que esperar…", explica Pilar Ruano. Récord que, de momento, solo lo ostenta el presidente de Extremadura, el señor Monago, y en visitas a una sola isla del archipiélago canario. ¡Pero no te desanimes, Pilar! Cuando inventen el teletransportador deberás apremiarte. La competencia será atroz y es posible que debas pagarle un pastón a la teleoperadora de turno, mientras que al político siga saliéndole ‘gratis’.

"Me gustaría ser el primero en volar por mis propios medios, sin alas artificiales ni aparatos mecánicos a mi espalda", nos dice Pájaro Pinto. Ícaro (el mito griego de un hombre que quiso volar y acabó achicharrado por el sol) regresa con su tozudez ibérica. Lo suyo, Pájaro Pinto, no es un récord. ¿Sin alas o aparatos cómo iba a propulsarse? ¿Fue usted el que batió el récord anterior en burbujeo acuático?

"El de dinero ganado en un sorteo de lotería", dice Filter. Si lo ganara dos veces, tampoco sería un récord, sino un tipo penal: lavado de dinero. Pero qué hermoso récord (el de la lotería, no el delictivo). Reírte en la cara del calvo de la Navidad. Pasarte por el bar de Antonio, el del anuncio, y llamarlos ‘plebe’ a todos. Tener orden de alejamiento del puesto de Lotería Nacional.

"El récord de que mi novio esté un día callado", nos escribe Jamoncita. Deducimos que su pareja ya batió antes el récord a la verborrea eléctrica. ¿Será capaz de batirlo a la inversa? El amor obra milagros (el de la paciencia, claro está). "¿Pero cuántos récords Guinness quedan?", se pregunta Diego Domínguez. A pesar de todo, tenemos lectores que lo toman con coraje. "Tengo unos 15.000 autógrafos de personalidades de todo el mundo, presidentes de gobiernos, actores de Hollywood, dibujantes, pintores, deportistas y un largo etcétera. Todos conseguidos por mí. En el Facebook museopedroescudero podrán ver una selección", escribe Pedro Escudero. Ánimo, está de suerte: su peor competidor, el pequeño Nicolás, ha sido expulsado.

"Sinceramente, recoger su diario es una meta por cuestiones de salud; para mi padre es vital", dice Isabel. Superarse día a día, pelear por conseguirlo, es la única meta, la verdadera lotería, el mejor vuelo, el gran viaje interespacial, el monástico y merecido silencio marital... Pueden descartar el récord de inflar un globo vía nasal. Ya fue batido. Como el de los rayos, los conos y las branquias. Vamos a batir el batido, el batidor y hasta la baticueva. Somos así. Un país de récord.