La Audiencia de Barcelona ha desestimado el recurso de súplica presentado por el expresidente del FC Barcelona Josep Lluís Núñez para evitar entrar en prisión mientras el Gobierno resuelve su petición de indulto. Deberá ingresar en prisión dentro de un plazo de diez días. Sostiene que no solo no reconoce el delito por el que ha sido condenado ni muestra ningún tipo de arrepentimiento, sino que se presenta como una víctima de una injusticia.

El expresidente azulgrana fue condenado a seis años de cárcel por el 'caso Hacienda', por el que también fueron condenados su hijo y varios inspectores de Hacienda, que cobraron sobornos a cambio de hacer la vista gorda en las inspecciones fiscales. El Tribunal Supremo rebajó la condena a dos años de prisión teniendo en cuenta las dilaciones.

Sin embargo, pese a no tener antecedentes y a que la condena no superaba los dos años, la Audiencia de Barcelona ordenó su ingreso en prisión dada la gravedad de los hechos. Núñez solicitó el indulto al Gobierno y pidió la suspendión de la ejecución de la pena hasta que se pronunciara sobre la medida de gracia, pero la Sección Novena desestimó su petición, y ahora su recurso de súplica, alegando que difícilmente el Ejecutivo de Mariano Rajoy le concederá el indulto al tratarse de un caso de corrupción.

El expresidente del Barça alegó en su recurso de súplica que el Supremo eliminó la responsabilidad civil, pero la sala recuerda que no por ello no existió un "elevadísimo" daño a la Hacienda Pública. También recuerda que la decisión de suprimir la "multimillonaria indemnización" y el "sustancial ablandamiento" de la responsabilidad económica fue criticada por voces académicas autorizadas del Derecho Penal.

El empresario también esgrimió las dilaciones indebidas, pero la Sección Novena recuerda que el Supremo ya las tuvo en cuenta para reducir la condena y Núñez no puede pedir que se apliquen de nuevo. De hecho, tras repasar las "maratonianas" sesiones de mañana y tarde del juicio, que se prolongó durante nueve meses, el tiempo empleado por el tribunal de primera instancia en las deliberaciones y la redacción de una sentencia de 800 páginas y los distintos recursos, sostiene que "esta tan socorrida y cacareada dilación indebida" no debe justificar la suspensión de la ejecuión de la pena sino su aplicación, pues prevalece "el interés público en la pronta ejecución de una sentencia que es firme y que debe ejecutarse cuanto antes".

Además, recuerda que los condenados no tienen derecho al indulto sino que se trata de una medida de gracia y que los tribunales deben evitar un uso abusivo o fraudulento del indulto con la única finalidad de dilatar aún más la ejecución de una pena cuando la causa ya ha sufrido "suficientes dilaciones". Asimismo, vuelve a remarcar la "altísima improbabilidad" de que Núñez consega dicho beneficio teniendo en cuenta la tolerancia cero con la corrupción y que durante años sobornó a inspectores de Hacienda para evitar pagar los impuestos correspondientes a cantidades millonarias, "conductas objetivamente graves con importante trascendencia institucional y con indudable reproche social".

"No nos hallamos, por tanto, ante una persona marginal o marginada, sino ante personas que utilizaron su excelente y privilegiada inserción social y poder económico empresarial para delinquir con una afectación institucional que el propio Ministerio Fiscal no duda en tildar de inusitada", agrega el tribunal.

El tribunal reprocha a Núñez que no haya dado "la menor muestra de arrepentimiento" y que no solo no reconozca el delito por el que ha sido condenado n ipida perdón, sino que se presentara "poco menos que como víctima de una injusticia" en un comunicado difundido recientemente por el Grupo Núñez y Navarro. De ahí, que los magistrados no le consideren una persona reinsertada. Tampoco tienen en cuenta su avanzada edad y su estado de salud pues comepte a Instituciones Penitenciarias valorar esos aspectos para clasificar a Núñez en la prisión y establecer su tratamiento.