¿Quién no ha sucumbido, al menos una vez, a la tentación de coger un micro y cantar pese a tener el peor oído del mundo? Unas cuantas manos se alzarán negando, pero ¿no se han reído o a veces admirado cuando otros sí se arrancaban micro en mano?

Pues el asunto trasciende y llega al cine. Ahora el reclamo para que la gente no siga dejando las salas medio vacías es disfrutar de un musical y actuar: karaoke y baile, animación, charlas...

Un fenómeno asentado en Londres (donde a nació en 1999 en el Festival de Cine Gay) y en EE UU o Canadá, pero recién llegado a nuestro país de la mano de La Tropa Produce. Su nombre: Sing-Along.

"Callao nos pidió algo novedoso para el cine de verano del Conde Duque, y pensamos que para redescubrir el cine musical era una buena idea traer el Sing-Along", explica David Carrón, uno de los impulsores de este fenómeno y miembro de La Tropa.

"Y llenamos todos los viernes de julio, agosto y septiembre; incluso tuvimos que ampliar sesiones. Las entradas se agotaban nada más ponerlas a la venta", añade el periodista.

Las cifran confirman: más de 300.000 personas pasaron este verano por el Sing-Along del Conde Duque para cantar las bandas sonoras de sus películas favoritas siguiendo las letras que aparecen en la gran pantalla.

Entonces ¿a la gente le va eso de cantar y bailar al ritmo marcado por unos animadores? "Sí, ha sido un éxito, tanto que lo queremos convertir en algo estable. Y por eso en Madrid, en los cines Callao, ya hay una sesión todos los viernes, y en Barcelona, los sábados. Y queremos llegar a otras ciudades, estamos en ello, ya tenemos peticiones".

De este modo el Palacio de la Prensa se convierte en el primer cine en España en llevar a cabo esta iniciativa. La primera vez fue el viernes 17 de octubre con Cantando bajo la lluvia.

Otros títulos que se han proyectado son: Grease (repite el viernes 14 de noviembre en Palacio de la Prensa, 23.15 h), The Rocky Horror Picture Show (llega a Barcelona el sábado 15), El otro lado de la cama.

La semana que viene se estrenará Moulin Rouge: el 21 de noviembre en Madrid y el sábado 22, en Barcelona (Multicines Aribau).

La lucha contra la piratería resulta en este caso más que ganada. "Hay experiencias que no podemos piratear", señala el impulsor, "por ejemplo: ver Grease mientras lo cantas y lo bailas, y a veces incluso disfrazados es algo que no se puede piratear".

¿De verdad la gente se desinhibe tanto? "Sí, mucho, además los que van ya saben a lo que van. Lo que sí te digo es que en España la gente baila más que canta", precisa Carrón.

Y aún hay más que baile y cante: un photocall espera al público, para que, antes de adentrarse en el espectáculo interactivo, pose con los animadores (ellos dan las instrucciones para coreografías, cánticos y demás) y sus disfraces (cuando la ocasión lo requiere).

"Se hacen fotos que luego comparten por las redes. Esto es una experiencia cinematográfica, pero sobre todo es una manera diferente de salir y divertirse, sin olvidar, claro, que es también una liturgia cinematográfica", cuenta David.

¿Y si de salir se trata, se puede uno tomar una cañita o una copa mientras baila? "En el cine de verano, sí se podía, pero en el resto no, en los cines no se puede, aunque sí se pueden tomar refrescos, palomitas...  Es también un evento muy familiar. No todos los títulos, claro, pero Grease y Mamma Mía son perfectas para ir en familia".

Hasta pistolas de agua tienen preparadas para que el público simule lluvia en musicales como Cantando bajo la lluvia.