La secretaria de Empleo de CCOO, Laura Lombilla, ha afirmado que la bajada del paro del último mes en la región, con 2.406 parados menos, es un "buen" dato para Cantabria, pero ha advertido "del peligro" que supone el aumento de "la ya de por sí altísima" tasa de temporalidad de los contratos firmados "porque precariza todavía más el mercado laboral y porque va a repercutir en perpetuar un futuro sin garantías laborales basado en la inseguridad de los trabajadores".

En un comunicado, CCOO valora que el paro continúe la senda del descenso que comenzó hace seis meses pero "estas bajadas indican un ritmo muy insuficiente para recuperar los niveles de empleo y paro de la etapa anterior a la crisis en un plazo temporal razonable".

Lombilla ha destacado que, como ocurre todos los meses de julio, la bajada del desempleo se debe "principalmente" a la temporada veraniega donde la mayoría de los contratos firmados, 1.773, se han producido en el sector servicios y en la hostelería, pero "hay que ser conscientes de que el 64,87% de las personas registradas en el paro pertenecen a este sector".

"¿Cuál va a ser su futuro a medio y largo plazo si en "la mejor época del año", -julio y agosto- hay más de 30.200 desempleados del sector servicios que no encuentran un trabajo ni en los comercios ni en la hostelería? ¿Cómo y cuándo va a poder absorber el mercado laboral a todas estas personas?", se ha preguntado la secretaria de Empleo.

Una vez más, Lombilla ha insistido en la necesidad de unas políticas "de calado y comprometidas" que renueven y que den la estabilidad "tan necesaria" para el mercado laboral porque si "esto sigue como hasta ahora" Cantabria saldrá mucho más tarde de la crisis y los trabajadores van a pagar un precio muy alto.

En este sentido, la portavoz sindical ha señalado que el Gobierno tiene que apostar por una política de estímulos para generar un escenario más favorable para la creación de empleo, porque hay una parte considerable de personas desempleadas con escasa posibilidades de encontrar un trabajo, como los parados de larga duración con escaso nivel formativo o con cualificaciones que se han quedado sin mercado, tras el ajuste estructural de la construcción.