El consejero de Educación de la Junta de Castilla y León, Juan José Mateos, ha considerado positiva la "flexibilidad" trasladada este jueves en la Conferencia General de Política Universitaria a la hora de posibilitar la convivencia de grados de tres y cuatro años aunque, ha precisado, deberían de revisarse las tasas para que ninguna de las dos opciones sea más gravosa.

En declaraciones recogidas por Europa Press a la salida del encuentro, Mateos ha reconocido que la propuesta de modificar la estructura de los grados, en la actualidad de cuatro años y uno de máster, para reducirlos a tres años y dos de máster, como en Europa, le parece "positiva" dado que además se trata de una opción "optativa, voluntaria y que aumenta la flexibilidad del sistema".

Asimismo, ha destacado que la propuesta, recogida en el borrador del real decreto, establece un calendario que no es inmediato, sino que pone la vista en el curso 2015/2016, de manera que en este escenario, ha puntualizado, la Comunidad "no debería de tener dificultades".

Mateos, quien ha advertido que lo primero que hay que hacer es terminar el cuarto año de los grados y evaluar cómo ha resultado, ha asegurado que la convivencia de grados con distintas estructuras (cuatro años más uno de máster y tres más dos de máster) obligaría a revisar las tasas universitarias de modo que la segunda opción no fuera más cara que la primera.

"Ese no debería de ser el problema", ha afirmado el consejero de Educación, quien tras insistir en que se buscarán soluciones para que los estudiantes no tengan que afrontar el encarecimiento de los estudios, ha apostado por someter a estudio la propuesta del Ministerio con los rectores.

"No hay que rechazarlo 'a priori'", ha insistido antes de reconocer que habrá que estudiar muchos aspectos aunque, ha recordado, en sistemas universitarios de otros países conviven las dos ofertas.

Cabe recordar que antes de participar en la Conferencia General de Política Universitaria en el Ministerio de Educación, Mateos había apostado por estudiar la medida siempre que el ministro del ramo, José Ignacio Wert, la planteara "de una forma flexible", es decir, que no fuera "una reforma inmediata".