«En Portugal hay que ir a Vila Nova de Gaia a catar vinos»

Para José, las ventajas para los turistas que deciden conocer su ciudad es que, a diferencia de Lisboa, «la gente es más hospitalaria. Al principio pueden parecer más cerrados, pero luego son más cálidos». Además de los paseos por la ribera  en la zona del puerto de Oporto, que es patrimonio de la Unesco, a José le gusta ir del otro lado del río, a Vila Nova de Gaia, donde se hacen paseos de cata de vinos en los sótanos, que guardan las mejores bodegas de vino. Cuando tienen tiempo libre, mucha gente que vive en Oporto suele ir a caminar por Foz do Dora, la desembocadura del río, donde hay kilómetros de costa y bares. «Hay un café especial, que queda cerca, que se llama Matorinhos. Es un bar que desde la montaña deja ver la anchura del Atlántico». Hay dos ciudades que a José también le gustan mucho. Una es Lisboa, donde va a la discoteca Lux, que es «alternativa y con ambiente ecléctico». La segunda queda a 40 kilómetros de Lisboa y se llama Sintra. «Es un lugar muy romántico, con monumentos y palacios antiguos». Para playas alejadas del turista normal, José recomienda el Alentejo, en el centro de la costa portuguesa.