El grupo de Jim Morrison cumple 40 años.

En 1967, el sello Elektra publicó el debut de The Doors, banda que escribió páginas de oro en la historia del rock.

Así hicieron sus seis discos de estudio, reeditados esta semana y completados con material extra.

Para celebrar el aniversario, también se lanza The Very Best of The Doors, recopilatorio que repasa la trayectoria del grupo.

En total, 34 canciones remezcladas por los supervivientes del grupo: Ray Manzarek, Robby Krieger y John Densmore.

Rebautizados como Riders On The Storm -último tema que The Doors grabaron antes de la muerte de Morrison-, Manzarek y Krieger han querido mantener viva la llama del grupo.

Apoyados en la voz de Ian Astbury (The Cult) iniciaron la andadura en 2002.

Video Light my fire

Marcado en la leyenda

Han visitado España en varias ocasiones; la última, este año -actuaron en Valencia y San Sebastián- para conmemorar su 40 aniversario.

Quien no podrá celebrarlo será el líder del grupo, Jim Morrison, enmarcado en la leyenda después de su prematura muerte en 1971.

Según señalaba Krieger en una entrevista reciente, «a Jim esto le hubiera encantado. Él quería ser grande, quería que The Doors fuera el grupo más importante, y, en nuestra época, realmente no lo fuimos».

Componían las canciones entre todos, pero fue la personalidad del cantante la que cautivó a millones de seguidores.

Morrison construyó su versión del sexo, drogas y rock & roll combinando recetas extremas: la literatura de Aldous Huxley o William Blake, la filosofía de Nietzsche y la experimentación con las drogas.

Oscuro, evasivo y autodestructivo, llevó el rock a sus extremos más radicales y eternizó su repertorio. «Dentro de 200 años, la gente continuará escuchando a The Doors», cree Krieger.

Una vida de película

Jim Morrison era un estudiante de cine en Los Ángeles cuando decidió formar The Doors.

Pocos intuían el poderoso huracán que se aproximaba al mundo del rock.

Su timidez en los primeros conciertos no tardó en esfumarse; poco después se desnudaba en el escenario o se tiraba al público de cabeza.

Oliver Stone llevó su vida al cine en 1990.